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miércoles, 26 de abril de 2017

VIAJE AL NOA - Abril 2017 - VIVA JUJUY CAPITULO IV y FIN DE NUESTROS SERVICIOS

Último día en Tilcara y en Jujuy
Habíamos quedado con Max en  que lo llevabamos a Iruya, que queda a 130 kilómetros de Tilcara, del otro lado del cordón montañoso en que se recuestan tanto Tilcara como Humahuaca, ya no en Jujuy, sino en la provincia de Salta, unos 90 kms al norte y unos 30 kms al este de Tilcara
Max apareció y trajo a Luz, una morocha marplatense profesora de danzas que también anda viajando sola y va dos días para Iruya y después sigue a Bolivia. Así que cargamos las dos mochilas y a nuestros dos huéspedes y partimos a las nueve y monedas de la mañana
El dia con sol. Pasamos Humahuaca y unos 35 kms más adelante salimos de la ruta 9, que sigue para la Quiaca, por un camino no de tierra sino de piedra, que se abre hacia en noreste.
Camino duro, mucha piedra, y que se introduce en quebradas chiquitss, con mucho viento y mucho polvo.

Sube y sube el camino hasta los 4000 metros, y ahí uno prácticamente se vuela. Y se deja de ver el paisaje de la quebrada de Humahuaca, y se ve el otro valle, el que queda del lado del Este, respecto del cordón de cerros en cuyo lado oeste está Humahuaca
Y el paisaje es nuevamente conmovedor, es un gran cañón en cuyo centro se encuentra un cauce que baja del lado de Iruya
A Iruya no se llega sino después 45 kilometro​s de puro ripio y piedra y polvo que insunen no menos de dos horas o dos horas y media
Se sube mas de 1600 metros ( respecto de los 2400 desde  los que se arranca ) ​ y luego se vuelven a bajar en medio de curva y precipicio y con casi cerca de la mitad del camino de un ancho que no permite el paso de dos vehículos.
El polvo​ es omnipresente
Finalmente se ve Iruya escondida en un angostamiento del cañón, y llegar es ver la foto famosa de la iglesia amarilla sobre una terraza en la ladera occidental del cañón del río.
,calles de piedra adoquinada y en subida y bajada que cuesta hacer, hasta caminando
Muy lindo realmente y alejado de todo. Chicos saliendo del colegio, gente en su vida cotidiana de pueblo, varios comedores y la iglesia, del  año 1700, en la que no se pueden sacar fotos, que tiene algunos cuadros de 450 años, y que al igual que  los cementerios de la puna, y a diferencia de las demás iglesias y capillas que visitamos, es claramente alegre y con colores vivos sobre los muros grandes y blancos, y la gente muy cordial, como en toda la región
Comimos en un comedor del pueblo, luego de cruzar el río para sacar la foto de Iruya, en la que se ve a la iglesia, pero también a la Jeep estacionada en bajada.
El regreso lo empezamos cerca de las tres de la tarde, y el camino de vuelta fue aún más duro que el de ida, con mucho más viento y mucho más polvo
Para contrarrestar el mal de altura lo que hacemos es ponerle al termo de agua caliente unas hojas de coca cuando lo llenamos, y las dejamos ahí, y tomamos mate normalmente, tiene un sabor más fuerte que el normal​ y es muy rico con una pizca de azúcar
A Tilcara llegamos a las seis de la tarde.
Y nos pegamos un baño y nos fuimos al mercado y a la plaza, compre casi 5 kilos de papines ( negros, blancos y rosados), unos vasitos con miel de caña para mis hijos ( le vacíe el cajón al flaco de la plaza) y unas colaciones para mi gente del estudio
Evangelina siguió con su raíd de vaciar el stock de los vendedores y nos encontramos por la calle como si fuese en Lanús, y nos fuimos a un bar a tomar un café y un te de coca con un bollo en la vereda, sintiendonos parte del paisaje Tilcareño, sabiendo llegar a los lugares del pueblo, dando recomendaciónes, absorbiendo el aire, el respeto, la alegría de esta gente, que quizá, uno lo podría afirmar, es la que hace que el paisaje hable y vibre, que el paisaje conmueva, porque no conmueve una montaña, conmueve la gente que uno relaciona con la montaña, los sabores y olores de sus mañanas y de sus noches, sus ruidos, sus cielos, su modo de andar y de corretear con pasos cortos, y sus sonrisas. Y en Tilcara el agregado de gente de todos lados. Muchachos y muchachas, señores y señoras de diversas latitudes en la verdulería, en los comedores, le dan a Tilcara un aire libre, cosmopolita y alegre
Esa alegría tenían unos adolescentes en la plaza, correteando y riendo y dando un contagio
Esa alegría de doña Rosita, que hace pasteles a una cuadra del hotel.
Esa alegría de Tomás, el empleado del hotel, sonrisa tranquila y confiada.
Esas caritas de los chicos con los cachetes colorados
Hasta esa alegría de los perros, que meten en algún comedor, y se dejan acariciar
Tilcara, nada, eso

Ayer emprendimos el regreso hacia Lanús, contentos, grabando en la retina las montañas los colores, los cielos y  el don de gentes de los compatriotas que habitan estás regiones.
Pasamos la noche en la Ciudad de Santiago del Estero, y hoy pensamos hacer los 1050 kms hasta Lanús saliendo temprano, un poco antes del amanecer.
Habremos hecho al volver a Lanús, o sea al ombligo del mundo, unos 5000 kilometros exactos
La camioneta respondio de acuerdo a las expectativas, esta toda marrón
Y nosotros dos tambien estamos bien, dándo gracias de poder haber compartido estos quince días juntos, y esta segunda vuelta  que  la vida nos permite  seguir dando.
Pelea y sonrisa, lágrimas y risas,  y enfrente de uno, dos ojos como dos lagos
Cada uno con su historia y su itinerario, pero caminando juntos, de eso se trata o por ahí viene la cosa en este momento
Y con el corazón en la mano, como siempre digo, que es la única forma de no mentirse a uno mismo, porque en la película de nuestras vidas somos solo nosotros los protagonistas y seria injusto aceptar menos que eso,  porque los de afuera al fin y al cabo, son de palo
Finalmente somos un manojo de sentimientos, que es lo que en definitiva, perdura
Gracias gracias gracias

Terminado el 27 de abril de 2017, en algún lugar de la ruta nacional 34. en la Pcia de Santa Fe.

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