Salir de Salta capital después de una estancia excelente. Y pretender agarrar ruta 9 hacia Jujuy por el camino de montaña y que el GPS qie - claro no ve el GPS el paisaje - te mande por el llano, son cosas que le piden pueden pasar a un hincha de Lanús
Así que por el llano -gral guemes - y autopista, llegamos a la provincia de Jujuy y a la circunvalación de la capital, en medio primero de nubes y luego de lluvia. Uy qué lastima que llueva. Quédate tranquila que venis conmigo y te hago salir el sol, rubia. Y fuimos subiendo y se disiparon las nubes y se nos abrió la quebrada de Humahuaca y - algo que no puedo ya manejar - cuando en la última colina diviso la quebrada y se acababan las nubes yo como siempte me acordé de mis hijos y de mis viejos y se me llenaron los ojos de lágrimas, nada, dos minutos apenas, ojalá dios me permita conservar eso, a esta altura creo que esa forma de sentir es mi bálsamo, capital y fortaleza.
Y llegamos a la quebrada y en El Volcán vimoos el desastre que hizo el rio de montaña salido de su cauce, autos abollados y medio pueblo destruido y con piedras y tierra hasta el metro de altura y la gente que ahí vivía, viviendo en comtainers. En la sala de salud nos atendió una bella persona que nos recibió una de las bolsas de ropa. Y nos dijo que en Susques en la puna también hace falta de todo
Arribados a Tilcara buscamos alojamiento, Evangelina entró, discutio precio y lo saco un 33% menos que lo que se publica en internet por el buscador
Tilcara está llenos de gente de todas partes del mundo y de hostels y varios hoteles y Posadas y hosterías, bares, restaurantes, peñas ( lleno teniendo en cuenta el lugar donde estamos , y gente natural de la tierra, que eran los Tilcaras, etnia que vivía en esta zona en el pucara y luego de 60 años de lucha contra los españoles ( lo que les consumio tres generaciones dado que el promedio de vida hace 500 años era para ellos de35 años de edad ) gente cobriza y de gran capacidad pulmonar y un corazón un poco más grande de lo normal, con 1.000.000 de glóbulos rojos más que nosotros, y de 1,50 mts de altura promedio - adaptación al medio con poco oxigenado y necesidad de bombear más sangre y de más oxígeno - trasladada a los bajos, es decit a la ladera baja en donde hoy está el poblado
A la noche fuimos a la Peña de Carlitos, donde Carlitos, natural de aquí, canta todas las noches y se le prenden los ojos porque canta con el alma y sin apuros. Nos ibamos a ir y Eva me dice quedemonos un poco más. Entendes ahora porque me gusta tanto el norte, le dije - el tipo cantaba dulce y habiiamos comido milanesa de llama y locro y yo pedí queso de cabra con dulce de cayote y nuez, y me dijo con esos ojos, si que entiendo.
Al otro día nos levantamos temprano y antes de las nueve estábamos saliendo para La Quiaca, distante unos 200 kilómetros hacia el norte y hacia arriba en altura
Humahuaca y la subida a la puna, la camioneta se paró dos veces por falta de aire en el camino cuando la aceleraba mucho, le agarre la mano y no se paro más. Abra Pampa y llegada a la puna, y al rato ya en el final de eaa meseta a 3200 mts de altura el final de la Argentina, entre llamas y guanacos y polvo y pueblos chiquitos, y un sol de fuego.
La Quiaca es cuidad de frontera, ese aire y ambiente entre raro, desrolijo y hostil. ( No digo que lo sea digo lo que parece)
No tiene atractivo salvo su ubicación, y enfrente Villazon, Bolivia.
Villazon es mucho mas grande que La Quiaca, y las primeras cuadras al lado del puente ( estas ciudades están separados por un río practicamente seco ) es una copia de lo que vemos en la villa 31 de Retiro, con calles más anchas pero todos edificios de tres o cuatro plantas por escalera, todos comercios uno al lado del otro y vendiendo la gran mayoría o ropa típica boliviana ( tapices pashmibas mantas bolsos muñecos colgantes gorros guantes medias) o ropa mas, internaciona, digamos ( camperas, chombas, zapatillas, medias, sábanas frazadas, ropa interior ) lo que puede decirse un "bolishoping" de varias cuadras. También se venden comestibles, hijas de coca en bolsones de 50 kilos y electrónica "berreta". Mucha primera marca "similar" en toda la ropa.
Todo esto debajo de un sol de justicia, y con un polvillo omnipresente
Evangelina se curó de repente de su mal de altura y se metió en unos quince negocios más o menos. Yo aprendí a esperar y a respetar eso, anduve paveando por ahí esquivando taxis polvorientos, bicicletas y motos, viendo a las cholas comer un guiso raro que, esta vez sí, no me anime a probar.
A las dos horas Eva estaba bastante cansada, mucho calor y polvo y varias bolsas ( yo también compre algunas cositas típicas) y volvimos a la Argentina (our fucking country)
Dejamos ropa en un hogar de chicos al lado de la iglesia de la Quiaca y enfrente almorzamos a las cuatro de la tarde unas empanadas (las empanadas en Jujuy - ya desde Salta - tienen papas, y son de la mitad de una empanada de las normales que comemos por ejemplo en buenos aires.
De allí seguimos, doblamos hacia el este unos 22 kms hasta Yavi, con sus casas marrones y su iglesia que data de 1690 cuando se creó el msrquesado de Tojo. El marqués se caso con una mujer de once años, y la hizo marquesa. El hijo de ambos cuando murió sus huesos están "en la pared de la iglesia" es decir sus restos están en las paredes, forman parte de la mampostería, revoques, no tengo idea como. Pero están.
El altar principal y el lateral están revestidos en oro 24 k
En la entrada un espíritu Santo gigante con seis candelabros por ala mete miedo.
Y los cuadros ( varios y gigantes) datan también del 1600 y pico.
Funcionaba también como posta.
Dejamos en este pueblo los libros que llevamos ( varias selecciones del reader digest y varias novelas. A La chica y el hombre que los recibieron para la biblioteca le gustaron mucho, especialmente al hombre ( de unos 70 años) las "selecciones"
Salimos de Yavi a las cuatro y monedas de la tarde y ahí si, le pegamos sin prisa pero sin pausa hasta Tilcara, distante 260 kilómetros.
Llegamos con la presión baja, los ojos rojos del cansancio y el polvo, insolados, detonados, y sin fuerzas, ya de noche.
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