Cachi amanece cerca de las ocho de la mañana, con el ruido de los camiones que salen quién sabe para dónde a algún lugar o pedazo de tierra fértil a la cosecha, de zanahorias, de cebollas, o quizá para San Antonio de los Cobres o Susques.por la ventana se va clareando el día, y recién después de desayunar con una pareja de Quilmes que hace nuestro mismo itinerario nos damos cuenta del frío intenso que hizo de noche, calculamos algún grado bajo cero. Le costó muchísimo arrancar a la camioneta, incluso hubo que darle un empujón porque el burro de arranque se atasco. No entiendo ni medio pero quizá el frío o quizá el polvo, o de casualidad, pero igual la hice arrancar, le puse libras a las ruedas y salimos, pasamos por Angastaco y abandonamos la 40 y tomamos hacia el parque Nacional Los Cardones en una ladera que va subiendo de a poco, pasamos por una recta gigante que se llama la recta de Tin Tin, que cruza hacia el punto de los 3200 mts SNM.
De ahí se sigue subiendo hasta casi los 3400 donde un nevado gigante se aprecia desde una capilla en la que nos sacamos unas lindas fotos, y desde ahí el camino se transforma en la Cuesta del Obispo, una grandiosidad de verdes y nieve y curvas y quebradas y más curvas y más quebradas, bajando más de 2000 mts en unos 80 kms de puro paisaje y de un muy buen camino
No se puede ver en fotos lo que se ve en vivo, lamentablemente, pero es un paisaje para volver y volver a volver
Los contrastes de los colores verde rojo y azul son increíbles
Ya bajada la cuesta cominos en un comedor sobre la ruta, en Chicoana, y de ahí hasta Salta capital, un viaje por un jardín parecía
Llegamos empezada la tarde al hotel Alejandro I y la verdad un caño.
Siestita y a la plaza de Salta (200mts) cafe c/ leche c/ medialunas en la vereda de la plaza, visita a la catedral, al Cabildo y su museo ( no se pueden sacar fotos, ya le dije señor ) y al hotel de nuevo, pileta y cena en una peña a unas siete cuadras del hotel y acostarnos pasada la medianoche
Pensábamos ir a San Antonio de los Cobres al otro día, pero la verdad es que esta tan linda la ciudad y es tan bueno el hotel, que decidimos - yo refunfuñando - quedarnos en la cuidad y caminarla
Dormimos hasta tarde y al rato nos fuimos a caminar por ahí, iglesias y calles angostas en una mañana de sol, hacia el parque San Martín y al teleferico, que nos depósito en la cima del cerro San Bernardo, desde dónde domina toda la cuidad, y la bajada y caminata hasta el hotel (algo así como 6 km - porque bajamos caminando por la ruta enrulada ) y - otro hito que tenía en este viaje - me saque la foto que me saque las tres veces que pase por Salta, en la pequeña abra del Portezuelo donde se ve la ciudad y ese cartel, que reza
"Esta es mi Salta, viajero
Cuando llegas por el Portezuelo
Parece que bajas del cielo
A este Valle de Lerma
De Castilla y Perdiguero"
Parece una cosa sin importancia pero es el recuerdo de ver a mis viejos al lado de ese cartel, y verme también a mi mismo hace muchos años.
Somos bichos de costumbre no hay duda, y de emociones -yo al menos.
Vueltos al hotel en un mediodía espléndido, pileta y almuerzo y otra siesta que se la pedimos prestada a la muerte.
En la plaza de Salta está el Museo Arqueológico de Alta Montaña, donde se exhiben dos cuerpos momificados naturalmente, ( los incas reservaban a los niños más bellos y los llevaban al Cuzco, ahí eran " casados " con otros niños de otros lugares del imperio en prenda de unión de regiones, luego esos niños volvían a sus ciudades y eran preparados para el sacrificio, los llevaban a la montaña y en lugares especiales los preparaban para el viaje hacia la otra vida en unión con la montaña, que de esta forma se unía con el Inca al recibir en su seno a un ser elegido por el Inca y bendecido por este, les daban chcicha los hacían tomar alcohol y los depositaban ornamemtados, en promontorios en la cima de los cerros (los emborrachaban y los dejaban dormidos - borrachos - a seis mil metros de altura.
Estos chicos que se momificaron hace más de 500 años - por la altura, por el frío y por las condiciones extremas, entre otras cosas estar cubierto el lugar donde estaban, tapado por cenizas volcánicas - tenían la niña seis y el niño cinco años, hay también una doncella de quince años momificada. Es el lugar de sacrificios más alto del planeta - 6700 metros, la cima del volcán Llullaillaco, en la puna salteña, en el límite con Chile.
Se exhiben de a uno, nosotros pudimos ver a la nena - llamada la "niña del rayo" porque un rayo golpeó el lugar donde estaba enterrada
Es un viaje hacia algo mágico y visceral ver el rostro, el pelo, las cejas, los dientes pequeñitos de alguien igual a nosotros que vivió y murió congelado y permaneció con el cuerpo incorrupto, magia, raíz, ruido interno
Sale uno del museo sin saber bien donde esta parado
Mi socio Emilio Chebel, al que perdimos hace escasos seis meses, había visitado el museo y me decís tenés que verlo Carlitos, era algo que si o si tenía que ver, por lo que significa el museo y su temática, y por El, como dije antes, somos bichos
sentimentales, al menos algunos
Salta me sorprendió y me atrapó, como no lo había hecho antes, muy gratamente
Guemes, el héroe local de la independencia, que tuvo una vida intensa y gloriosa,pero extremadamente fugaz, murió s los 36 años de edad, su monumento gobernando la ciudad y su tumba blanca en la catedral junto a otros héroes de la independencia y su familia, los paisajes, el aire, la comida, la cuidad capital, la gente, las casonas coloniales que están en toda la cuidad y le dan un toque colonial como no creo haya otra en nuestro país.
Y el hotel un Fierro, eso si dependio de mi, al menos
Salta la linda, ahora si que lo entendí
No hay comentarios:
Publicar un comentario