En la altura de Tilcara siempre hay sol por la mañana, esta vez en el desayunador pude primerear la mejor mesa con vista a las montañas, nada fácil porque desayunamos tarde porque Evangelina estaba brotada porque no había agua caliente y anoche no nos pudimos bañar, la rubia quería boxear a los pibes del hotel. Los únicos que nos pudimos bañar fuimos nosotros porque más o menos amenazó de muerte al flaco que no me acuerdo como se llama. Yo si no me baño un día, bueno, he pasado cinco días o más sin bañarme, no es algo que me quite el sueño, precisamente.
Salimos tipo diez y media y emcaramos para Purmamarca y de ahí el corredor bioceánico, que pasa por Salinas Grandes, Susques, Paso de Jama, San Pedro de Atacama y el Pacífico. La idea era llegar a Jama en la frontera, pero son casi 300 kms solamente de ida y nos dijeron que el camino estaba más o menos y no queríamos cansarnos tanto. Así que decidimos hacer Salinas Grandes y Susques, en plena puna.
El camino de las salinas atraviesa la Cuesta de Lipan, un camino ya no se como no ser reiterativo, espectacular, que sube y sube y en el mirador de Potrerillos, pasada el Abra de Lipan, toca los 4170 metros. Ahí nomas vive gente, y vende cositas, y yo "el turista" obvio que compre algo.
De ahí el camino baja unos 800 metros y a unos 3400 se encuentra primero una mancha blanca y luego un océano blanco en el cual hay que meterse porque lo atraviesa la ruta.
No se puede entrar así como asi, hay zonas de siembra y cosecha de sal en piletones, trabajo artesanal de la gente del lugar, hay compañías mineras y comerciales en otros sectores y hay pozos que son como un fino hielo que si pisas te vas para abajo
Los de la Zona, comunidades aborogenes de Pozo Colorado, a 14 kms, formaron una cooperativa que por un lado explota artesanalmente los piletones de sal ( la forma de sembrar y cosecharla) y por otro prestan un servicio de guía dentro de la Salina. El nuestro se llamaba Cesar y ademas de enseñarnos el tema de la cosecha ( sale la sal por evaporación, y cada pileton o pileta tiene una vida útil de 35 años, y una profundidad de 40 cms que es la sal de mejor calidad, es un recurso renovable ) es fotógrafo aficionado, tiene los lugares para las fotos. Vos ponete acá, vos allá, ahora vos allí y vos atrás, ahora arrodillados, ahora sajten los dos juntos, ahora levanten los brazos,en fin, un profesional, lo raro fue cuando me dijo cuando llegues a tu casa lava la parte de abajo de la camioneta por la sal, ahí le dije claro yo hago eso cuando voy al mar, y cesar no conocía el mar y ahí se le quemaron los libros
Cuando termino la visita le dimos la última bolsa de ropa que teníamos para dar, y 30 bolsas de caramelos que es la misma cantidad de chicos que tiene la comunidad de Pozo Colorado, su pueblo, todos contentos, nosotros más que el.
Eran pasado el mediodía y seguimos por la ruta hasta Susques, a 75 kilómetros de las Salinas, que tiene en la montaña un cartel escrito con piedras blancas que dice "Susques - Portal de Los Andes". Se encuentra a 3675 mts SNM
Un pueblo marrón, todo adobe, con una capilla de 1550 aproximadamente, que estaba cerrada pero que logramos fotografíar desde el muro y el portón de acceso
Susques cumplió este año 500 años de existencia
Una plaza en su boluevard polvoriento y marrón como todo en Susques, deja constancia de este acontecimiento.
Fuimos a comer a un hotel sobre la ruta y luego volvimos al pueblo, sacamos fotos del cementerio florido y luego bajamos en el jardín de infantes, le dimos a la maestra los caramelos que teniamos, cuando dabamos la vuelta los chicos miraban desde el patio la camioneta maniobrar en el terreno lindero y la maestra les dijo esos señores son los que trajeron los caramelos y los chicos levantaban todos sus manitos, y nosotros sentimos que esas manitos nos estaban acariciando el alma a nosotros y a los que nos dieron cosas para traer y ayudarnos a preparar las cosas. Ya no nos queda nada de la más de media camioneta llena de ropa, libros y caramelos para entregar.
Emprendimos la vuelta, pasamos por la Quebrada del Mal Paso, un lugar hermoso con la ruta encajonada entre cerros anaranjados y llenos de cardones y algunas cabras, vicuñas guanacos y llamas
Vuelta a pasar por las Salinas, subir hasta el Abra de Lipan a 4200 metros de altura y sentir una morsa apretando las
sienes, bajar la cuesta y llegar a Purmamarca, levantar a un americano (Max, de Chicago, que hace ocho meses está dando vueltas por Sudamérica) y llegar con Max a Tilcara.
Cómo siemore, cansados, esta vez mejor que el día que fuimos a la Quiaca, algo aprendimos del sol de altura
2923 kilómetros en el acumulado y un sentirse a gusto en Tilcara, un pueblo cosmopolita en la quebrada de Humahuaca
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