Pasadas las dos de la tarde paramos en Desaguadero, que es el límite entre Mendoza y San Luis y almorzamos milanesas y lomitos.
Más adelante entramos cerca de San Luis a las Salinas del Bebedero y nos subimos a unas parvas de sal y nos sacamos unas cuantas fotos y miramos como empezaba a caer el sol. Las Salinas del Bebedero, de donde proviene la sal Dos Anclas es un lugar que hipnotiza y parada obligada para quien tiene la suerte de pasar por la ruta 7 yendo o viniendo de San Luis a Mendoza o viceversa, subir las parvas mirar el monte y sacarse alguna foto y porque no revolcarse en la sal ( como hicieron German y Gaspar, que no las conocían )
Salimos y seguimos y se ocultó el sol y la ruta al terminar San Luis se hizo mano y contramano y llena de camiones, cuestión que a Laboulaye llegamos casi 20:30 y paramos en el mismo hotel que a la ida y fuimos a cenar al mismo restaurante que a la ida y el mozo que nos atendió se acordaba de Evangelina y de un servidor, de cuando habíamos ido a cenar en el mes de Enero, y yo me comí unos raviolazos como hacia mi nona Francisca, igual que a la ida.
Mañana a primeras horas de la tarde estaremos en Lanus y repartiré a Evangelina y a sus hijos en su casa, y a mi hija en la suya, y me iré a mi departamento de la calle Dr Melo en Lanusitas.
Habremos hecho cuando lleguemos a Lanus unos 3500 kilómetros. La Suzuki demuestra cada día mas que es un fierro un caño "La Cabra", se porto 14 puntos.
Era un desafío estas vacaciones de 10 días compartiendo con los hijos mezclados, ( faltaron Carlitos y Lara) y a pesar de ser chicos distintos en algunas cosas, con distintas edades (17, 15 y 11) y tener todos a sus dos pares muy presentes, y existir quizá diferencias en algunas cosas (son diferencias normales de crianza que surgen del hecho que cada uno cría a es hijos como le sale porque no hay una escuela para ser padres) la verdad podemos decir tranquilos prueba superada.
Era algo que por lo menos yo tenía con un signo de interrogación. Además no es fácil ( para los demás, calculo y hago un mes culpa ) seguirle el tren a un tipo de cuarenta y pico que no acepta tener mas de treinta y que es obstinado, caprichoso, jodido en algunos casos, pero ( y acá saco mi chapa ) libre de balero, autentico y con la cadena suelta. Es que en un punto de la vida de un hombre no hay cadena que valga, y no hay cadena que se acepte sin el serio riesgo de convertirse en un pelotudo. Cada cosa que hacemos debe ser un acto libre y voluntario.
Termino contento y tranqui el primer viaje con mi hija y Evangelina juntas, y el primero largo mío con sus hijos.
Seguimos para adelante entonces, libres, como la vida, un día y un paso a la vez, pero con las ganas indelebles de tragarnos todo el viento.
Termino esta crónica de viaje en Laboulaye, Córdoba el 29/7 a las 23 hs