Al finalizar el cierre, la última noche, uno de los socios me dice agárrate alguna botella que te guste. Yo le había hechado el ojo a una botella de Ballantines de 18 años de añejamiento, le pedí un pisco un vodka y esa de whisky. Me dijo el gallego ( eran todos españoles) esa botella que elegiste es de una partida que compramos a principios de los ochenta, quedan sólo tres. Le dije entonces no me la llevo pero el gallego me dijo te la ganaste, si sos el único que trabajo, al otro ( por el escribano) hay que arrancarlo de la barra del bar ese de Suipacha. Me lleve las tres botellas en el baúl y lo pase a buscar al escribano por el bar y le conté lo de las botellas cuando volvíamos a Lanús a eso de las cinco de la mañana, me dijo dame la de whisky, ni en pedo te la doy, pero oime che yo te conseguí el trabajo, anda a cagar le conteste si queres anda y pedirle otra al gallego, yo laburaba mientras vos chupabas, como mínimo. Al final se llevo la de vodka y yo puse la botella de Ballantines hermosa en mi casa juntó a un juego de vasos de whisky, y ahí quedo
Cuando me separe de mi señora y me fui de casa, obviamente me fui con la ropa y algunos libros nada más.
Hoy llegue a buscar a mi hija para ir a desayunar y volví a ver la botella de whisky, vacía y en el canasto de la basura.
Con lo que le gusta a mi ex tomar whisky me temí el sacrilegio, lo peor de lo peor, el hecho que de ser cierto lograría que Ernest Hemingway de resucitar se pegase de nuevo un tiro en la boca. Le dije a Carolina mi hija oime una cosa tu mama está tomando whisky ? No toma nunca pa, porque ? No puede ser me quiero matar y lo dije en voz alta, y Carolina me dijo bueno che pa es nada más que una botella, cómprate otra y listo, o te la hubieses llevado, como de costumbre me tapó la boca.
Volvimos de desayunar y seguía en el canasto de la basura, me acerque y el León dorado de la botella que me habían dado hace once años y que habían comprado hace treinta y un años y que tenía unas maltas añejadas durante dieciocho años más, (con lo cual esa botella alojaba maltas de 11 + 20 + 18 = 49 AÑOS ) me miraba como diciéndome tus temores no son infundados vos me abandonaste e hicieron conmigo lo que vos suponías, fuiste un dueño ausente (algo así como un padre ausente) , y yo sentía que el leon dorado me hablaba y parecía que hacia pucheritos.
Estaba así mirando la botella como un amigo que despide a otro amigo y en eso sale mi ex y me pregunta: que haces mirando esa botella ? Le contesto con la pregunta, para que usaste el whisky que había es esa botella ? Para hacer una torta, no encontré otra. Y a mi memoria vino Hemingway y Bukowski y Cacho Castaña y el Coco Basile y tanta otra gente mucho más cercana y me sentí como un traidor a la mas pura tradición del macho argentino y a esas maltas que tenían medio siglo y terminaron en UNA TORTA.
Estaba rica la torta ? Atine a preguntar, todavía medio grogui. Si, me contesto, igual ese whisky lo mezcle con vodka para ponerle a la torta. Queres que te guarde un pedacito ?
Si, por favor, atine a decir como un autómata
Difícil que el chancho vuele, pensé
Y le saqué una foto a la botella vacía
Y me fui, a la mierda me fui.
No hay comentarios:
Publicar un comentario