Las vacaciones han vuelto a cambiar
Hace unos años ya con mis dos hijos, las del separado. Para todos lados con los dos, y que bueno que está eso
Pero crecen y entre la princesa de ojos celestes con la que está de novio hace ya algo más de un año y el trabajo, a mi hijo lo tendremos cuatro días por la costa ( ya tuvo sus vacaciones con la madre y con la familia de la novia ) así que estamos con mi hija, vacaciones de a dos la primera vez, siempre hay una vuelta nueva en todo, siempre se abre una pantalla nueva, en cualquier esquina.
Tiempo de bajar las revoluciones de la cabeza a la mínima expresión. Sólo pensar en nada , alejarse de la cotidianidad de la rutina del trabajo y bajar, bajarse, o corrérse un poco al menos. La separación de lo cotidiano calculo puede ayudar a clarificar los íntimos deseos.
Todas disquisiciones que se hacen entre caminata y arena y mates en el balcón mientras mi hija todavía duerme por la mañana.
Esa hora y la del atardecer como cuando siempre aquí agarramos la camioneta con mi hija y vamos a lo mas profundo del medanal a ver la puesta del sol son recargas de baterías. Ayer volvíamos agotados ya de noche casi en la arena y en silencio, los dos estábamos llenos con el sol que se había ido delante de nuestros ojos. Igual que el día anterior y que hoy y que mañana. Esos minutos conmueven como pocas cosas y lo que conmueve ayuda a que los melones se acomoden solos, no sólo el dolor acomoda los patitos, por suerte.
Serán las emociones fuertes serán, tres veces serán !!
Buena rutina que ayuda a saber lo que se desea, aunque como me gusta decir, sea todo en definitiva un poker de ciegos
Una certeza es que el transitar los días y los años no cambian en nada la necesidad de amar, de saber que la primera necesidad de un hombre es saber que hay una mujer en quién pensar y es dichoso el que tiene alguien que piensa en uno.
El te extraño es la frase más linda a que se puede aspirar a la distancia
Gratis, cálida, encendida, abarcadora, esa marea tibia que tanto esperamos y que se hace realidad en nueve letras apenas.
Tipos complicados los de mi equipo que en el despelote de lo cotidiano añoramos el descanso y en el descanso siempre algo por lo cual suspirar hace falta.
Los tiempos estos son entonces para aceitar la comunicación con la heredera, conocer algunas cosas que al no convivir siempre se nos escapan, atesorar momentos. Siempre son buenos los tiempos que se comparten con los hijos y en la que la comunicación íntima se refuerza.
Buenos tiempos también siempre son los comienzos, épocas con hojas en blanco para rellenar con la mejor versión de uno mismo, aunque después la foto a veces termine un poquito torcida.
Pero la cuestión es que me muerdo el labio de sana envidia cuando veo una pareja de la mano por la playa.
A qué aspiramos en definitiva ? A las caricias y a los abrazos. A la necesidad de necesitarnos
A ver como los hijos remontan vuelo, pero sin descuidar nuestras propias alas.
Toda una eternidad nos aguarda cuando dejemos de volar y es por eso que hay que volar mientras exista una gota de oxígeno que aún nos riegue las venas.
Como dice un amigo: nos dicen noventa y cinco centavos, siempre nos faltan cinco p'al peso.
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