Sábado a la noche
Sólo en casa
Charlas con amigos por teléfono
Alguna conversación
sobre la soledad,
siempre sobre la soledad
Esa amante cruel y persistente,
esa ramera impúdica que ataca
Que espera y desespera
y que ya no seduce,
que ya cansa.
Aprende a vivir sólo y serás feliz
me han dicho
Han dicho los que no viven solos
Han dicho quienes se engañan
Quienes confían aún en esa
ramera
Que los seducirá nuevamente
Y que les dejará vacío el corazón
Y que en algun momento una puntada
Un tirón, un dolor, les dará en ese corazón
Quizá por poco lleno, quizá por soló.
Me toca como hombre estar sólo,
y lo acepto, ni modo tengo de ignorarme solo.
Pero no me gusta.
No me pidan que me guste
No me digan que debo aprenderla
La única obligación es la felicidad, y esos son los momentos que persigo.
Y en ellos la ramera soledad no cabe,
Aprendere con corazones
Aprendere con sonrisas, con gestos tiernos,
con emociones, con pasiones
Con alguien a quien amar,
de nuevo,
apasionada y tiernamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario