son vivaces, son ojos que hablan.
Miran y se mueven, pareciera
son inquietos, curiosos, ojos de alegría.
Son ojos transparentes,
porque a través de ellos se ve el alma.
El alma de mi hija es vivaz
se le sale por los ojazos marrones,
asoma y se planta generando vida.
Se planta en su frescura y lozanía,
noble e inquieta, curiosa y atrevida.
noble e inquieta, curiosa y atrevida.
Un alma que alimenta un bello corazón
El corazón de mi hija es un corazón que irradia frescura
Es inquieto, curioso, bueno, de toda bondad
Toda ella es ternura, toda ella es locura,
Toda ella es frescura
Toda ella es alegría
Toda ella es esos bellos y hermosos ojos
Esos cristales marrones a través de los que hablan su alma y su corazón
Y que de muchísimos colores pintan mi mundo
Y que de muchisimos colores pintan mi vida
Que transmiten alegria,
Que transmiten alegria,
compañerismo y si, y claro, y por supuesto,
también frescura, amor y lozanía.
Esa es ella, y siempre va ser un poco mía,
aunque sea de la vida,.
Lo fue de nena, lo es ahora
Lo fue de nena, lo es ahora
Lo será hasta que me muera
O mejor dicho yo fui suyo
O mejor dicho soy de ella
De esa nena que fue, de esa joven que es ahora
De esa bella mujer que se adivina
Y que en esta bisagra de su vida,
camina lozana, alegre, hermosa y divertida.
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