Cafu tenia doce años, era un Rottweiller de unos setenta y pico de kilos, que cuando llego a casa en las manos de mi hermano Diego era un ovillo de lana negro con las puntas de las patas y las manos marroncitas. Fue creciendo, y al tiempo era la mole que siempre después fue.
Un perro con una mirada increíble, que hablaba con los ojos.
Imborrable la escena la familia sentada a la mesa, y Cafu sentado en una silla, gigante, en otra silla, viendo que le tocaba.
Imborrable la escena la familia sentada a la mesa, y Cafu sentado en una silla, gigante, en otra silla, viendo que le tocaba.
Fue el perro por antonomasia de Diego, el perro querido de mi vieja, algo resistido por mi viejo al principio y después aceptado. El. perro que dormia en el dormitorio con mis viejos. El perro que cuando murieron ellos se mudo a la pieza de Diego, y dormia en una cama de una plaza para el solo (para Cafu).
Un grandote bueno, el que lo conocio puede dar fe de lo que digo, una pinta de asesino pero un alma de peluche.
Mis hijos y mis sobrinos desde chiquitos lo conocieron y los cuidaba siempre, los de afuera decian es un peligro ese perro con chicos, pero el peligro era que cuando estaba entre los chicos de tan contento que estaba movia esa cola de lavarropas que tenia y todos los chicos se caian porque los tocaba con las nalgas, parecian mi hija y mis sobrinos mas chicos botellas de un juego de bowling, todos la piso y Cafu moviendo la cola. Carlitos lo usaba de caballito.
Cuando venia alquien a quien no tratabamos tenia un sexto sentido, se ponia nervioso y mostraba unos dientes que parecian los del can Cerbero, el perro que cuida el umbral de las puertas del infierno. Pero aun cuando muchos no lo conocian y le tenian miedo, si tenian un trato cordial con nosotros, Cafu se metia en el medio y como si nada.
Setenta y dos kilos de potencia y de amor eran Cafu.
Convivi con Cafu tres años y pico, y convivi yo solo un año entero con El y con Caos (un negro atorrante que trajo mi hermano), solos los tres en la casa grande.
Le tenia bronca eso si al caño de escape del Cuatriciclo, al que mordia cada vez que arrancaba.
Como buen perro, eximio comedor de moscas en el aire, y tambien en lo que a mi me toca cuando eramos los unicos habitantes de la casa, ladron furtivo y vaciador profesional de heladera, hubiese lo que hubiese, yo llegaba y Cafu se habia comido los tomates, los sandwiches, los huevos, el fiambre, el pan, todo vacio y el plato en el piso y el cabezon haciendose el boludo mirando la cortina.
Como buen perro, eximio comedor de moscas en el aire, y tambien en lo que a mi me toca cuando eramos los unicos habitantes de la casa, ladron furtivo y vaciador profesional de heladera, hubiese lo que hubiese, yo llegaba y Cafu se habia comido los tomates, los sandwiches, los huevos, el fiambre, el pan, todo vacio y el plato en el piso y el cabezon haciendose el boludo mirando la cortina.
Tambien robaba patas de pollo, pechugas, chorizos, basicamente todo lo que dejabamos en la parrilla.
Abria puertas, abria y cerraba ventanas, y no salia nunca afuera hacia la vereda, su mundo y su reino estaban delimitados por las rejas de entrada de la casa y la trotera, ni aun con el porton abierto salia.
Cafu dominaba la casa como un cinco elegante domina la cancha de futbol. Era llegar de afuera cualquier dia y Cafu ahi se acercaba, olfateaba la camioneta, a mi, y despues ya se tiraba tranquilo, todo bien parecia decir con los ojos marrones mas tiernos que le vi a un perro. Ojos grandotes, ojos dulces.
Los años, algo mas de los normales que viven estos perros, las faltas que hubo (de gente), que si nos afectan a los humanos tambien calculo afectaran a los perros, y el tiempo y los años finalmente, hicieron que su partida fuera inevitable. Comenzo con problemas que una vez que Diego averiguo bien, eran graves y terminales y habia empezado una etapa de sufrimiento, y estaba por llegar el dolor, dolor que este animal hermoso y tierno no se merecia en lo mas minimo. Dio tanto amor Cafu que la decision de Diego de evitarle cualquier dolor fue la mas piadosa y correcta, a fin de cuentas Diego era el que mas lo conocia, era el amo de Cafu, y su mentor.
Estaba en tribunales en una audiencia y me manda un mensaje al celular, a la una y media viene Alejandro a sacrificarlo a Cafu. Deje todo y me vine a la casa con lagrimas en los ojos.
Diego y su novia y la mama de la novia estaban acariciandolo, el estaba tirado en el pasto en el medio del jardin, no pude parar de llorar, ese perro eran muchas cosas juntas.
Cafu se fue en manos de alguien que lo conocia bastante como Alejandro Stella, el veterinario preferido de mi vieja y al que siempre al final terminamos yendo en los momentos dificiles, enfrente de casa. Cafu se fue acompañado hasta el ultimo momento por Diego, mi hermano, su amo natural.
Cafu se fue o mas bien se quedo dormido hoy a la una y cuarto, en el medio del jardin inmenso que fue su mundo a lo largo de toda su vida y en el cual fue guardian cuidador y habitante preferido, fue dueño y señor de ese fondo verde durante toda su vida. Cafu se fue en el medio del jardin, con un sol que le calentaba toda su piel, acariciado por su dueño, mi hermano, que lo acompaño a ese hermoso perro durante toda su vida, y cerrando los ojos del cansancio, en un sueño que ojala sea tan dulce como sus ojos grandotes.
Un mediodia que parecia que el sol se iba a llevar su alma, y daba esa sensacion, y se lo veia bien de animo, aunque no daba mas pobrecito. Se dejo acariciar y dejo que el sol le calentara el cuerpo grandote y se dejo dormir, seguro dulcemente, el campeon. Yo no lo podia ver partir. Me escondi en el estudio.
Al rato vino mi hijo, lo fue a ver, yo le habia avisado por telefono, pero ya se habia dormido, Carlitos igual lo fue a ver al fondo de todo, donde Diego habia hecho un pozo grande para que lo acogiera a Cafu, junto a Pancho, otro personaje que habian tenido mis viejos. Cuando me asome ya regresaban del fondo, Diego, Alejandro Stella y mi hijo. Ya esta ? Le pregunte a mi hijo, si Pa me contesto Carlitos, ya esta con los abuelos.
No se si estara con mis viejos, pero en el cielo de los perros, seguro.
Salud Cafu. Enormidades se te extrañara, cabezon !!
Dulce tu Cafu que casi me come una vez...tu vieja me salvó. Justo hoy se me enfermó mi pequeña Olvia de apenas unos meses y por quién estoy reacomodando toda mi casa. Marti y yo limpiamos cacas y vómitos y la llevamos al veterinario. Que desde el cielo Cafu la cuide ya que es muy joven para viajar hasta allá. Un abrazo a tu querido amigo y pedile que proteja a mi pequeña.
ResponderEliminarEy soy Cris, no se por qué aparece mi marido acá.
ResponderEliminarNo te conozco; apareció tu comentario y el enlace de este Blog en el Facebook a través de Carla, pero no pude evitar llegar a leer estas líneas a modo de homenaje tan sentido a la ida de un ser tan querido como suelen ser los animales que nos regalan su amor y compañía en nuestras vidas.
ResponderEliminarCafú debe haber sido así, como tan bien lo describiste en el posteo, y casi que me lo imagino en ese hermoso y gran jardín que era su territorio.
Él seguramente habrá partido orgulloso y agradecido por haber tenido amigos humanos que lo amaron y cuidaron, tanto como él los amó y cuidó a Uds. Un alma de peluche siempre vive en nosotros.
Sólo te pido que perdones mi atrevimiento por comentar en este Blog... vos no me conocés y yo tampoco, pero recuerdo una frase que creo era de Teresa de Calcuta quien decía algo así como que el sufrimiento y el dolor iguala a los animales y a las personas, entonces imagino cómo debés sentirte en este momento... decirte que una decisión dolorosa y valiente como la que tomaron es algo sumamente difícil, pero que demuestra una capacidad de amar que es lo que se necesita cada día más en este mundo que profundiza su hostilidad cada mañana. Quedate tranquilo, hicieron lo correcto, y Cafú, desde donde esté, seguro se los va a agradecer.
¿Sabés qué? Yo no creo que haya un Cielo sólo para perros... hay uno para todos los seres que queremos, y está en nuestros corazones y nuestros recuerdos.
Cuando Cafú estaba llegando al mismo, Pompeyo (15 años), Venus (7 años), e Isis (¡Casi 20 años!), fueron a su encuentro para mostrarle el Jardín que desde ahora será su nuevo territorio... eso sí, le dejaron en claro que por más que ellos tres eran GATOS, no había necesidad de cumplir con el mito de que tenían que llevarse mal.
Ahorita mismo, los tres están jugando en el pastito...
Saludos.
Son integrantes de la flía.Y amigos que están en las buenas y en las malas contigo. Estos amigos tienen el super poder de sentir que algo anda mal en nosotros. y no te abandonan, menos si estas triste o no te sentís bien, se quedan con vos en slencio solo para q sepas q no estás solo. Como no extrañarlos cuando nos dejan xq su cuerpito ya no da mas...? Si nos brindan todo a cambio de nada....Te entiendo xq es muy difícil pensar q la mía, tan chiquitita ella y tan compañera, tbn algún día deberá marcharse, y ese será uno de los días mas tristes para mí, no puedo ni imaginármelo... Un abrazo
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