ANALISIS - RELATO

Entro al hospital, vuelvo a hacerme el chequeo anual, ese que me dice que van pasando los años
Como siempre, me olvidó algo, hoy fue una historia para conseguir el cosito para la muestra de orina ( me había olvidado de comprar el frasquito) lo consegui en una farmacia  en el camino, llegue al británico con la vejiga medio explotada.
En un baño del hispital lleno el cosito y me voy al laboratorio. Lleno de gente. Finalmente me toca. Para que la orina ? Pregunta la secretaria. Por la orden, le digo. Es solo de sangre señor. Siempre el mismo pelotudo pienso y me quedo con el frasquito del orto en la mano.
Finalmente me sacan sangre.
Luego tengo turno en dermatología, la doctora es venezolana, me revisa y me receta unas pastillas y una pomada. Salgo a la calle,  me cruzo no viendo la hora de leer el diario en el bar The Wolf, enfrente. Llueve que parece que cayeran japoneses en moto.
Me empapo y me meto en la última mesa de este bar que tanto me gusta y donde venía con mi vieja.
Un religioso cafe con leche con medialunas y el diario La Nación en su nuevo formato que de lejos parece el Clarín ( aunque claramente no es lo mismo, mal que les pese a muchos ). Lo leo casi todo con cierta dificultad, porque también  me olvidé los lentes en el estudio . Pero lo leo. Lo habitual, la expresidenta concurrió a declarar por algún delito que cometió y por el cual no va a pagar, y esto no es porque sea ella, sino porque es poderosa y los poderosos lo que tienen es impunidad, de cualquier partido que sean, eso es el poder, impuniddd.
La justicia estoy cada vez mas convencido es personal, privada. Ya se que esta mal, pero no existe
Una delicia el café con leche
Y afuera sigue lloviendo
Evangelina me pregunta por watsap como anduve y le digo que bien. Intercambio algun mensaje con los abogados del estudio.
Todo está marchando, la vida sigue, hace una semana murió mi socio, un tipazo, un idealista puro, un realizador de sueños.
Y siento que la vida sigue pasando, el bar es estilo inglés y con una calida semi penumbra
Estos controles hace unos años ni los soñaba, ahora son uno por año, los años van pasando
Y me acuerdo de un párrafo de un escrito de un amigo que ya no esta. Uno que siempre sonreía y que decia en una parte " van pasando los años che profeta, solo faltan veintitres para el dos mil, nadie le encuentra la punta a la madeja, porque todo sigue igial, Discepoiln " y seguia no me acuerdo como. Ese tipo sonreía y uno le preguntaba cómo anda Juan. Y el tipo decía, bonachon, ando bárbaro Carlitos,  soy jubilado, soy peronista y soy hincha de Lanus, como querés que ande, bárbaro la puta que lo pario.
Un señor muy correcto se me acerca a la mesa y me pregunta si ya leí el diario, se lo alcanzo y nos ponemos a hablar sobre el nuevo formato de La Nación.
Afuera sigue lloviendo como en Florianopolis en verano, me pido un café más, y me pongo a mirar a la gente, como habla, como entra y como sale, nadie se apura en un hospital, muchas están como yo, en una pausa médica, por llamarla de alguna forma.
Me tomo el café, pago
Y salgo a la calle, y hago los doscientos metros que me separan de la camionets, a la cual  deje custodiada por un profesional. Llego empapado, busco al patrón de la vereda para darle unos mangos, ni noticias, desapareció con la lluvia, no era muy profesional que digamos.
El frasquito con la orina lo tire a la mierda hace un rato. Siempre el mismo pelotudo