Seis de la mañana
Me despierto de golpe y me doy cuenta que no estaba, que era un sueño.
Puteo en silencio, era mi vieja y le estaba presentando a la mujer que esta a mi lado, un rencor con la muerte otra vez, pero esta vez bronca porque estaba con mi vieja y estaba sonriendo y estaba contenta de verme como me veo. No estaba así cuando se enfermo y se fue al cielo ni ella ni yo. Era una época oscura y como todo, paso, pero se me llevo a los tipos que me hicieron y me dejo en pelotas, gracias también a mi aporte, claro. Es al final uno artífice de su destino
Todo pasa pero nada es gratis y se aprende llorando y es una escuela el dolor que el que no lo transita no lo puede entender. Bienaventurado el que crece sin dolor, no todos tienen esa suerte.
Pero la cosa es que ella estaba allí y charlábamos y estaba radiante mi vieja la Pocha y estaba contenta y yo estaba entusiasmado y pleno y ella veía a sus hijos y a sus nietos y yo no paraba de hablarle, muy feliz, y de golpe no va y me despierto la puta madre, y me puse a llorar, como siempre, porque sentí que la perdía de nuevo.
En una discusión muy fea una persona me dijo hace poco tiempo no digas que sos huérfano, sos un tipo grande, tenes 47 años , huérfanos son los chicos que se quedan sin los padres, a vos se te murieron tus padres nada mas, no sos huérfano,
Nunca deja de quedarse huérfano uno cuando se le van los viejos, digo yo, nunca, no importa la edad. Se habla fácil desde afuera, hay que subirse al ring y ver como decía Bonavena que ni el banquito te dejan y si no te reinventas, perdes por knock out.
Luego fue el de hoy un hermoso día, fui a la Costanera Norte a caminar ( y termine mirando los aviones como hacían mis viejos conmigo y como hice yo con mis hijos cuando eran chicos y como hace mucha gente). A la tarde cuando volvía tomandome un mate conté lo que había soñado a la madrugada, y otra persona me dio una caricia mientras me decía, tu mamá hablo con vos, estaba allí, otra vez, seguro que estuvo. Y las lagrimas otra vez me baldearon el cuore.
Y están seguramente los seres queridos, aunque todo pase, somos reflejos de aquellos que nos precedieron, y como me dijeron hoy, están, viven en nosotros, aunque estemos huérfanos de sus presencias.
Nos queda el tierno recuerdo, la bendita nostalgia que los trae cada tanto.
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