Un ocho de abril de 2010 mi papa se fue a dormir religiosamente la siesta con su pijama preferido, que era una camiseta de algodón de entrenamiento del club Lanús.
Se levantó para ir al baño, y ya no volvió ni a la cama ni a la pieza, quedo tirado en el baño de arriba de la casa mi viejo querido de mi alma. Cuando llegue a mi casa a verlo estaba en su cama, con la remera granate de entrenamiento, como dormido, lo abrace como media hora, no lo queria largar
Y me quede guacho de padre a los 42 años de edad.
Lo llore un río, no sabia que tenia tantas lagrimas.
El día anterior habíamos visto los dos solos tomando unos mates un partido entre Lanús y Chacarita, en la cocina de su casa, habia sido un momento intimo como hacia mucho tiempo no teniamos, yo me habia escapado del estudio. Ganamos 2 a 1.
Habia estado viviendo con el y con mi mama apenas separado, unos tres meses hasta que mi hermana me consiguio un departamento para alquilar, y lo redescubri como alguien mucho mas sensible de la imagen fuerte que tuve de el toda mi vida.
Cuando había cumplido 70 años cinco meses antes de ese abril de 2010, fue la primera vez que lo abrace muy fuerte y le pude decir te amo papa y los dos teníamos los ojos llorosos. Nunca lo vi llorar salvo ese día.
Vivía pensando siempre en darle una mano a alguien. Así como ayudaba, varios lo cagaban, y yo le decía oime te están cagando con el precio que te están pagando con la casa ( vendió una casa de 50000 dólares 5000 de adelanto y 600 por mes sin intereses y le metieron un actuario y le pagaron pesificado) y el decía déjalos no pasa nada. El hermano le pedía guita todos los días y el agarraba y paraba de comer ( mi tío venía siempre en medio del almuerzo) y le daba plata, la que hiciese falta. Otro tocaba el bandoneón pero no tenía bandoneón y ahí iba mi viejo y compraba el bandoneón, o hacia esos préstamos estrambóticos a devolver a diez años sin intereses o lo cagaban de cualquier manera y se lo decíamos y el sonreía y siempre me decia oime Carlitos yo ya se como son las cosas pero doy, y aprendi que la vida siempre me devuelve mucho más. Cuando murió muchos se borraron, pero el vivío contento y así transcurrió siempre. La vida igual le dio mucho, muchos buenos amigos y muchos buenos momentos.
El más hincha de Lanús de los hinchas de Lanús que conocí, cualquier hijo de mil puta si era hincha de Lanus el decía che paren es un buen tipo, es hincha de Lanús. Ahi mi vieja se engranaba y el le daba un beso y le decia te quiero Pocha, y ella se encogía de hombros y sonreía.
Mi viejo siempre fue un pibe, nunca dejo de serlo, gracias a dios.
Sabía que era finita la vida y me mostraba siempre un metro de carpintero que tenia en la valija de trabajo del estudio, me decía mira está es la vida y me marcaba los 80 centímetros, me quedan estos veinte centimetros nada más, en dos meses me voy a Europa con Mama, y se iba 40 días, o a Cuba o a Brasil o al Caribe.
El abuelo amado con el alma por mis hijos y sobrinos, adoraba hacerles chistes y cargarlos y todos se reían, todos querian estar con el. Me educo en el sacrificio y el esfuerzo, cuando me case me presto un departamento me dijo ojo que no te lo regalo, el departamento es mio, te lo presto, hasta que te comprés algo, después se lo vendio a unos cuñados míos como una heladera y le metieron un actuario para pesificar la deuda y el, obviamente, no dijo nada, y sonreia.
En el laburo parecía el padre Ignacio, tenía un desfile de rotos y de descocidos interminable, era para todos Carlitos, el pibe del barrio que habia llegado a ser abogado.
Se le jugaba por los del barrio, en la epoca del proceso mataron a dos guerrilleros a la vuelta de casa y un militar le dice al kiosquero a este bebe hay que matarlo porque no te lo quedas macho, el tipo lo agarro y lo vino a ver que hago Carlitos, agarro a un medico amigo del cuello y le dijo pone que esta nena es hija del kiosquero, yo te salgo de testigo del parto, termino en un juzgado federal en La Plata con las abuelas de plaza de mayo puteandolo.
Cuidaba de todo el mundo con todas sus fuerzas y si veía una injusticia saltaba como leche hervida aunque corriese riesgo que lo cagasen a trompadas, como varias veces efectivamente paso.
Su norte era un punto cardinal con tres puntas uno era el club Lanús el otro los hijos y los nietos y el otro mi vieja, que lo rezongaba y se enojaba pero que no aguanto vivir sin el y se fue once meses después de aquella tarde. A mi vieja la conocio cuando repartia hielo barra en un carro tirado a caballo en Monte Chingolo, mi vieja vivia en Cotagaita y Guido, y fue su unica novia, toda su vida, y mi viejo ademas de fabricar barriletes de 8 kilos, repartir hielo, atender el almacen de mis abuelos, estudiar abogacia y llevar la contabilidad de la familia, cantaba, mal, pero el creia que afinaba, y cantaba bien fuerte y bien desafinado. Cuanta razon tenia en hacer lo qeu se le cantasen las bolas.
Para el siempre sus hijos fuimos el poro, chabelucho, la pepona, dieguito, y la pocha su compañera de ruta..
Las máximas que me dejo entre otras:
Tenemos que estar juntos los de Lanus porque todos somos pocos
Ser de Lanus es Solo Para Elegidos
El cementerio está lleno de imprescindibles.
Tenes que dar, que siempre la vida te va a devolver multiplicado
Todo pero absolutamente todo pasa.
Deja que pase el tiempo, las cosas a veces se arreglan solas.
Un abogado al cliente puede o no arreglarle el problema, pero se lo tiene que sacar al tipo el problema de la cabeza, eso es lo mas importante.
Para triunfar lo primero que tenes que hacer es aprender a decir que no.
Pásala lo mejor que puedas porque en cualquier momento te cantan falta envido y cagaste la fruta
Ojo con los planes largos, porque cualquier pelotudo te corre la zanahoria
Mi viejo era básicamente bueno con los buenos, y a los malos ni agua les daba.
De tendencia gorila. Antiperonista, aunque fue concejal en Lanus por la Lista peronista renovadora, por la Democracia Cristiana.
Con la cadena corta, y la termica celosa, podia estar todo bien pero si decía: oime flaco, era que se iba a agarrar a trompadas seguro.
Buen tipo, obvio, era mi papa el mejor tipo que conocí
El que más amo a mis hijos
Siempre absolutamente siempre sonriendo y dando palmadas en los hombros de todo el mundo.
Que no daría por tenerlo un rato acá para tomar un mate cocido y abrazarlo.
Hace cuatro años que no está y siempre lo extraño
La enseñanza que dejo es que todos tenemos fecha de vencimiento y que a la vida hay que cagarla a palos
Fanático de los sándwiches de miga con champagne, que compraba cada vez que Lanus ganaba, o que empataba (cuando perdía se tomaba una sopa y se iba a dormir)
Fanático de las películas de Walt Disney y de los Auténticos Decadentes con quienes se subió al escenario a cantar en un cumpleaños en el hotel Hilton
El pendeviejo.
El pendenono de sus amados nietos.
Sus restos estan donde el queria, en el arco de la Tribuna de Italia Chica.
Y su espiritu perdura en sus hijos y sus nietos.
Carlos Alberto Gonzalez ( 13-11-1939 / 8-4-2010)