Te tomo de las manos,
las pongo contra mi pecho.
Te voy recorriendo toda,
desde el nacimiento del cuello
hasta el final de tus caderas
Apenas toco tus muslos y
la pelusa de tus ancas se yergue
al paso de las yemas de mis dedos,
y te estremeces, completamente.
Cuento tus lunares y los beso,
estrellas en cielo de tu espalda.
Beso tus párpados
y los cierro con mis labios
Y entro en ti,
penetro en tu cuerpo.
Y me dejo inundar por tu calor,
por tus manos y tus labios
y tus piernas y tus pecas
y tus pechos y tu pelo
y el perfume de tu piel caliente.
Carne con carne,
en una danza suave,
firme e intensa.
firme e intensa.
Y bien luego de acabado,
nos viene un espasmo de muerte
que nos estremece a ambos
Nos vemos como dos juncos
a los que inunda y cubre el rio.
Y ahora somos dos cuerpos, apenas.
Con miradas que se cruzan
Que penetran en el otro
Que lo delimitan
Que lo dominan
Que lo conquistan
Que marcan al mundo que esta noche
hemos muerto abrazados,
hemos muerto abrazados,
y eso es solo nuestro,
y se ira con nosotros.
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