El domingo, este domingo pasado, no jugaba Lanus, es decir el futbol y toda su parafernalia de periodistas, comentarios, hinchas de otros clubes, trapitos, choripaneros y demas, no tenian este domingo, para mis seres queridos ninguna importancia. Me queria ir a algun lado. Lejos y cara la costa, y sin tiempo. A donde vamos ? Porque para algun lado habia que salir. Vamos al rio, aca nomas, al Tigre, que es para mi, bicho de agua salada y arena, algo asi como decir vamos al barrio chino. El Tigre para mi es sinonimo de Catamaran Interisleña y Puerto de Frutos, me resisto a ir al Parque de la Costa, como tambien me resisto a ir a los Casinos, nunca fui a un Casino. Y agarramos para alli entonces, para el Tigre. Visitamos los innumerables puestos de florcitas artificiales, junco, totora, mimbre, mueble de pino, cuadros, cuadritos, muebles hindues, muebles viejos recien envejecidos como decia Piero en su cancion "Los Americanos" hace mas de treinta años, bares, barcitos, parrillas y doscientas mil cosas mas, de lo que rescato un local de velas aromaticas al que siempre vuelvo y un stand de Mendoza (en el Tigre) donde me compre una pasta de aceitunas negras con aji picante.
Muy lindo el Tigre y su puerto de frutos, muy lindo el Tigre como ciudad por lo que vi cuando como siempre me perdi, lo que me llevo a pensar en cambiar tres intendentes como el de nuestro Lanus por medio intendente del Tigre, no creo que sean tan giles los de Tigre.
Pero abruma la gente, al comenzar a caer el sol de la tarde parecia que habia cada vez mas gente entrando, cada vez mas gente saliendo, cada vez mas autos, mas chicos, mas manzanas acarameladas, mas tiras de mielcitas, mas choripanes añejos, mas copos de azucar, mas gente con bolsas, mas hombres perdidos en el estacionamiento con los penachos juncos o de flores artificiales gigantes, buscando el auto sin conseguirlo y pensando como hago para meter esta cosa poligriya en el coche al lado de la nena, mi señora, estos palos gigantes, el canasto de mimbre, mi suegra y el boby, que seguro se lastra las flores.
Me queria ir.
Salimos y ahi nomas estaba San Fernando con su costanera, y un paseo peatonal donde tomamos unos mates viendo el atardecer mientras los botes iba volviendo a los amarraderos y la gente probaba suerte con sus hijos y algunas cañas mientras pasaban los mates de mano en mano.
El sol le pegaba a la costa de enfrente casi vacia y con algo nuevo que no aprecie bien hasta que vi los sauces de este lado, en el que yo estaba, eran los brotes de la primavera que ya habian reventando volviendo de verdes claritos el cielo, de verdes tiernos y jovenes con aspìraciones de ramas y de sombras. Se veia iluminada y hermosa la costa de enfrente y el Rio se veia limpio, y varios botes de varios calados distintos pasaban y la gente iba tranquila a guardarlos terminando el domingo.
Y entre a ver cosas con otro filtro, como siempre cuando uno esta tranquilo y sin saberlo quiza, disfrutanto, me llamo mi hija al celular, y aunque estaba ella en Lanus y yo en San Fernando, sabia cuando corte la comunicacion que todo estaba en orden, y ver a un hombre rodeado de su familia, con su mujer y cuatro hijas que intentaban pescar y lo volvian loco encarnando una y otra vez hasta que se fue, me causo gracia. Y despues vi al lado de la camioneta casi cuando la gente se empezaba a ir, a un matrimonio muy humilde que llegaba, el flaco con esa delgadez de generaciones junto a su señora, una rubia gringa con el pelo atado, pero colorada de cara colorada que muchos frios tiñieron, que tuvo seguramente varios golpes en la vida, eso lo aprende uno a reconocer con solo ver a la gente, cuando uno paso algunas cosas y tiene cierta edad. La rubia con el bebe calentito en la frazada doblada, aunque hacia frio y el sol y la gente se iban ella estaba firme al lado del flaco que iba a probar suerte y se iba a cagar de frio seguramente y ella lo iba a acompañar igual, como seguramente lo venia acompañando y sosteniendo al flaco ese desde hacia tiempo. Algo moviliza siempre la figura de una familia.
Algo hay siempre, la fuerza inalterable de lo escencial, las cosas simples, como el fuego, como este tiempo frio que se va yendo de a poco y que hace que la gente se vuelva a los lugares comunes como la costa de un rio, a tomar unos mates o a ver pasar el agua y a los barcos de otra gente, que los ve a ellos, y aun con diferencias abismales de poder economico todos resumen en el rio y en los arboles de la orilla, es decir en las cosas simples, basicas.
Y la flaca con la cara colorada de frios pasados y golpes que templan la mirada con su bebe envuelto en la frazada le alcanza un nuevo mate al flaco que de tan flaco parece que se va a romper y lo mira con una cara de amor que parece que el bebe fuera el flaco. Y el mate va con una carga de cariño capaz de abrir el rio en dos y el flaco se siente Caniggia contra los brasileros en Mexico 86. Tiene al hijo protegido por la frazada, tiene a su mujer que es un roble y que le alcanza mirandolo arrobada un mate con el cual calienta las tripas y enfrente tiene una costa hermosa de arboles floreciendo, el flaco no pide mas, es domingo a la tardecita, hace frio, pero a el no le importa y aunque sepa que el anzuelo va a venir vacio, el flaco esta loco de la vida, y esa cara de completo aun con sus ojos opacos, tenia ese flaco tan flaco que parecia que se rompia.
Asi lo vi yo, y me tome tambien un mate, y esa imagen valio la semana.
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