Cuando don Jaime Peralta aquel viernes por la mañana mientras controlaba los autos estacionados debajo de la tribuna local del Gallito le dio permiso a aquella viejita vestida de negro para ir a ver el pastito de la cancha de primera, desde el alambrado nomas, no sospecho en su buena fe que la viejita luego de permaneder unos diez minutos detras del arco de la tribuna local, de cara al sol mañanero de agosto, iba a tirar hacia el rectangulo de juego una rana abierta por el vientre, un pedazo de pan mordido, una paloma muerta y sin cabeza, y la vela negra.
El deportivo, a diferencia de otros clubes, usa el espacio que quedaba debajo de la tribuna local para estacionamiento en los dias de semana y asi se juntan unos pesos extra y por eso era comun y aun es comun hoy en dia ver a algun cristiano sentado en la tribuna mirando el pasto o a los teros que se obstinan en permanecer con sus nidos y crias en la cancha, cerquita del banderin del lateral de la mitad del campo de juego, del lateral de la aun proyectada y no concluida platea visitante. Al otro dia el mismo don Jaime fue a ver el partido del Deportivo contra el Cervecero, que llevo la cantidad de gente habitual llenando la tribuna visitante que da espaldas a las vias, y se comio un peludo barbaro durante los noventa minutos, pero igual ese dia los palos parecian jugar para los cerveceros, cinco tiros en los postes, y el arquero del cervecero que parecia un gato, y el nueve del deportivo que erro un penal tirando la pelota a mas de un metro por encima del travesaño, para colmo de males a los ochenta y cinco minutos el once de los cerveceros se mando una jugada aprovechando un yerro del matungo del dos del deportivo y se las mando a guardar, uno a cero el cervecero. Al final del partido lo habitual, las corridas entre la policia y los visitantes por la calle que comunica la salida visitante con la estacion del ferrocarril. Recien el lunes don Jaime se entero que el viernes a la mañana alguien habia tirado la paloma degollada, la rana abierta y la vela, se acordo de la viejita, pero no le dio importancia.
Mientras don Jaime se enteraba de la aparicion de estos elementos, en un barrio ubicado en otra zona del conurbano, en La Cañada, a unas seis cuadras de la avenida Mosconi, un auto nuevo estacionaba en la puerta de un rancho que parecia mantenerse en pie de milagro, don Pepino, miembro de la comision de futbol del Cervecero, se acomodo la panza abundante y una vez en la puerta del rancho golpeo las manos, dos perros flacos y sarnosos lo vigilaban junto a una lechuza parada en el poste, don Pepino miraba el gallinero del rancho por el que correteaban un bataraz y dos ponedoras junto a varios pollitos. Doña Eleuteria aparecio vestida de negro, jorobada como con mil años encima. Buen dia Ña Eleuteria. Que tal don Pepino, como anda. Bien bien, pase. No hace falta, le traia aquello. Ah bueno, le agradezco, no sabe la falta que me hacia. Don Pepino le paso por encima del alambrado de la puerta unos billetes. Digo yo Ña Eleuteria, este sabado que viene no, el otro, jugamos contra el Bichito Colorado, en la cancha de ellos, que es aqui nomas, a unos cuarenta y cinco minutos de viaje, asi que no hay problema le mando a mi sobrino, al Quique, para que la lleve a la cancha el viernes asi hace el trabajito, pero vaya pensando que el otro miercoles, en Rosario, jugamos en el Gabino Sosa, contra Central Cordoba, que es como a trescientos kilometros, asi que vamos a tener que ver como hacemos, porque hay que ir antes no cierto? Minimo un dia antes contesto la vieja. No claro entonces como yo tengo que ir con el plantel el mismo miercoles le voy a mandar a alguien de confianza para que el martes a mas tardar la lleve hasta Rosario y la traiga de vuelta. Si me van a llevar a Rosario digo yo me podrian llevar a dos lugares? A donde? A lo de una Mae de Santo comadre mia, y al monumento a la bandera, que lo quise conocer desde chiquita. No hay ningun problema viejita linda delo por hecho, si sus trabajos son nuestra salvacion. Hablando de eso, cuanto ganaron a la final? Uno a cero, pero sufrimos como condenados, digo yo, si le pagamos unos pesitos mas no podria hacer que se estire la diferencia, es decir que ganemos aunque sea por dos goles? No se puede don Pepino, eso no lo manejamos nosotros, hay una fuerza superior.
Don Pepino subio al auto y se alejo entre los pozos de La Cañada, hasta llegar a la avenida Mosconi. El Cervecero jugo en la cancha del Bichito Colorado, el dia anterior el Quique paso a buscar a la vijetita que le pidio permiso al canchero del bichito para ver el pastito del campo de juego, un ratito nomas, al solcito, y volvio a tirar una paloma descabezada, una rana abierta en el vientre, unas semillas y una vela negra mientras hacia unos rezos. Al dia siguiente, el Cervecero gano cinco a cero en la cancha del Bichito Colorado.
Don pepino no aparecio el lunes a pagar, pero doña Eleuteria sabia que al otro dia tenia que ir a Rosario, el martes aparecio un tal Pedroza, de parte de don Pepino, un hombre serio con cara de pocos amigos que la llevo a Rosario sin dirigirle siquiera la palabra. La vieja repitio el ritual en el estadio Gabino Sosa, luego de convencer sin bastante esfuerzo al portero del estadio que la dejo entrar al costado del campo de juego a ver el pastito nomas, al solcito. Terminado el trabajo le pidio a Pedroza que la llevase a ver a su comadre Mae de Santo que vivia por el barrio de Pichincha, y despues ir a conocer el monumento a la bandera. No me joda vieja de mierda, y el auto salio directo de la entrada del Gabino Sosa para el gran buenos aires. Cuando llegaron a La Cañada la vieja le pidio a Pedroza que le pagase el trabajo del Bichito Colorado y el de Rosario. Pidaselo a don Pepino, yo no le doy un mango le contesto Pedroza, y la dejo a la vieja bajo la lluvia, a dos cuadras del rancho. Pedroza se fue y la vieja se quedo en su rancho bajo la lluvia con sus perros sarnosos y su lechuza y sus gallinas masticando bronca y pensando en decirle a don Pepino que nunca mas le mandase a un maleducado prepotente y que le pagasen los dos trabajos que le debian. El Cervecero gano en Rosario dos a cero. Pero doña Eleuteria se entero al mismo tiempo del triunfo del cervecero, que en el entretiempo del partido habia fallecido victima de un infarto don Pepino Fuentes. Por el rancho no aparecio ni Quique ni Pedroza ni nadie del Club a pagarle.
El Cercevero entretanto seguia a la vanguardia del campeonato y nadie se acordo de la vieja Eleuteria que seguia hundida en su rancho en La Cañada. Por eso el portero de la sede del cervecero cuando un miercoles a la tardecita vio a una anciana vestida de negro que se presento y pidio hablar con la comision de futbol, luego de preguntarse que mierda querria aquella vieja chota, la mando a hablar con el gerente, quien la recibio y luego de charlar un rato fue a ver a la comision de futbol, la vieja pedia que le paguen dos trabajos que le habia encargado don Pepino, uno contra el Bichito Colorado y otro contra Central Cordoba, doscientos pesos, cien cada uno, los miembros de la comision de futbol primero escucharon pero en un momento no aguantaron mas y reventaron de risa. Pepino les habia dicho que tenia una bruja pero no sabian que era cierto, ellos no creian en esas cosas. El gerente le dijo a Doña Eleuteria que no podian hacer nada por ella, solo ofrecerle dos entradas de favor para el proximo partido contra los Sabaleros, pero plata ni un peso, la vieja se fue enojada hablando por lo bajo y prometiendo venganza.
Al mes llego una carta de un abogado, Lujan Sagardoy, con oficinas en Lanus, reclamando doscientos pesos de deuda que mantenia el club Cervecero con la señora Eleuteria Oliveira Andrade. Pedroza, del departamento de futbol y colectivero de profesion lo llamo al dr. Sagardoy a su oficina y lo mando al reverendo carajo haciendo caso omiso de las amenazas de juicio que el letrado mandaba desde su auricular, la cosa quedo con la promesa de unos cuantos golpes y que si seguia insistiendo le iba a quemar el estudio.
El cervecero siguio en la buena senda y clasifico para un campeonato reducido y llego a la final. Inesperadamente perdio el ascenso con los Granates. En el Cervecero la derrota cayo como un balde de agua helada. Perdio la final contra un rival historico cuando era el canditado favorito.
Pero el tiempo fue pasando, comenzo un nuevo campeonato y el Cervecero siempre punteando, y llegando a intancias finales, pero nuevamente en las finales quedo mirando como eran otros los que daban la vuelta. Otra carta del Dr. Sagardoy llego a manos de la comision de futbol, al escribano Mariello, quien tambien mando al carajo al jurista, y el cervecero volvio a ver como eran otros los que festejaban.
Varios años despues el club jugo una reclasificacion con los Piratas de la provincia de Cordoba, perdio con los Bichitos Colorados, despues con el Globito, y la reclasificacion con los Piratas, al otro año tambien perdio nuevamente la reclasificacion con con los mismos Piratas, y varios en el club comenzaron a acordarse de la amiga de don Pepino. Tanto fue el runrun que Pedroza, un dia en el buffet del club mientras se tomaba un aperitivo con Quique el sobrino de don Pepino y otros paisanos, concluyeron que era evidentemente una maldicion lo que pesaba sobre su querido club, un hechizo, cosa de brujeria, y sin esfuerzo alguno recordaron a doña Eleuteria, al Dr. Sagardoy, las amenazas, el viaje a Rosario y a tantos otros lugares de la epoca de gloria. Las finales se iban perdiendo y surjio entre las aceitunas negras y el gruyere la idea de una comision de apoyo para ver como podian arreglar la cosa. Cuando la vieja hacia los laburos la cosa caminaba, cuando le colgaron la galleta a la vieja todo se fue a la mierda. Pidieron no sin verguenza permiso para ir a ver a la vieja a la comision de futbol, donde no los tomaron muy en serio al principio, pero luego cuando explicaron como habian pasado las cosas y a pesar que el tema se hablo hasta en la comision directiva de la institucion presidida por el escribano Mariello el mismo que habia mandado a la mierda al dr. Sagardoy, el permiso para hacer las gestiones fue concedido. Una mini comitiva compuesta por Pedroza, Quique y Vidal, tesorero del club, se acerco hasta el barrio de La Cañada a los efectos de pagar la deuda y contratar de nuevo a la vieja. El rancho de doña Eleuteria seguia en el mismo lugar, a Quique y a Pedroza les costo un buen rato encontrarlo, el rancho estaba pero deshabitado, o casi, habia un linyera que le habia comprado la casucha y dos gallinas a un sobrino nieto de la vieja. La vieja habia muerto. La comitiva volvio apesadumbrada a la sede del Cervecero. En otra reunion que se hizo en un sala a puertas cerradas y a la que se agrego el escribano Mariello deliberaron concienzudamente los pasos a seguir, habian consultado con otro brujo lo que los habia hecho el hazmerreir de los demas dirigentes del club, pero tenian algunas cosas en claro: la primera era que le habian hecho un trabajo al club, y que el trabajo dura hasta unos doce años si esta bien atado, bien atado les explico el Ogun Pedro Marques de Avendaño, es cuando esta bien hecho, y esta bien hecho segun los resultados, en este caso el resultado era perfecto porque al cervecero le salia todo para la mismisima mierda, de eso no habia duda. La segunda era que para arreglar el trabajo o desarmarlo, habia que hacerlo por la misma persona, segun palabras de otro brujo, conocido en la zona del balneario de Quilmes como el Pai Pedrinho. Y aqui, en la segunda cuestion, tenian el principal problema porque la bruja Eleuteria habia muerto, Junior Bahiano, como la comision habia apodado al Ogun Pedro Marques de Avendaño, habia dado la unica solucion posible: pagar la deuda a la ofendida, o a sus nietos, o hijos, o a su alma y recibir el perdon. Esta salida tambien fue la indicada por el Pai Pedrinho, y provoco que el escribano Mariello mandase al carajo a ambos, tanto a Junior Bahiano como al Pai Pedrinho. "uno no puede andar por el medio de la villa preguntando por los piojosos hijos o nietos de la vieja de mierda piojosa esta, uno tiene una trayectoria, me cache en die ". No obstante no habia otra salida, calmado el escribano y recompuesta la presion arterial del tesorero Vidal se retomo la reunion con los brujos asesores. Despues de pagar, habia que hacer un pequeño sacrificio, una ofrenda a Oxum, y el trabajo quedaba desarmado, no tenia fuerza.
La comision de apoyo presidida por el escbiano Mariello y haciendo suyo el lema de "Cerveceros a las Cosas" escrita en letras blancas sobre una cartulina azul en una pared del buffet de la sede social concreto una reunion con el jefe de calle de la comisaria de La Cañada para tratar de ubicar a los descendientes de la viejita vestida de negro.
Donde vive la señora esta pregunto el policia con un boligrafo en la mano y una libreta en blanco sobre el escritorio mientras todos tomaban un cafecito cortesia de la comisaria. No vive, fallecio, dijo el escribano Mariello mientras revolvia nerviosamente el cafe con la cucharita. Fallecio, bien, sabe cuando fallecio, escribano? No sabria decirle, dijo el notario mientras miraba a Vidal, que se miraba los zapatos que se le habian ensuciado con barro y a Quique y a Pedroza que se erquian de hombros como diciendo ni la mas puta idea. Hara unos o tres años, yo que se. Hara unos dos o tres años, repitio el policia, mirando la libreta en blanco, donde vivia ? Por aqui, aporto Quique. Ya se que por aqui, repitio el oficial, le pregunto donde. Ni puta idea, a unas diez cuadras. Mire jovencito, a diez cuadras a la redonda son, dejeme hacer la cuenta, diez manzanas de un lado, diez del otro, veinte, por veinte, son cuarenta manzanas. No son cuarenta corrigio Vidal, que ademas era contador, son cuatrocientas. Bueno, da lo mismo, son un monton de manzanas, me van a tener que dar la direccion. No la sabemos dijo Vidal, y se sacaba una pelusa del saco de pana azul. No la saben repitio el policia. No, no la tenemos dijo el escribano pero este muchacho, señalando a Quique, sabe llegar a la casa. Al fin una buena. Volvamos para atras, dicen que murio, pero no saben bien cuando. Ahora pregunto, saben donde murio? No, tampoco sabemos donde murio, repitio el escribano mientras de los nervios se le engancho la cucharita del cafe entre los dedos y se le volco el pocillo de cafe encima del traje. Y una pregunta mas, siguio el jefe de calle haciendo caso omiso de la mancha de cafe que se iba extendiendo por el pantalon gris clarito del traje del escribano, Saben como se llaman los hijos, o los nietos? No. Saben cuantos son? No. No tienen idea de donde pueden vivir estos cosos? Ni idea. Bueno, esto va a demorar un tiempo, dijo el comisario mientras miraba la mancha negra de cafe en el pantalon gris clarito del escribano que ya tenia una forma definida, a la vez que abria un cajon del escritorio y tiraba adentro la libreta en blanco y el boligrafo.
Le aclaro que no tenemos mucho tiempo dijo Vidal. Y yo le aclaro amigo que no tengo la capacidad de hacer milagros dijo el policia. No se puede ir a ver a otro brujo, digo yo, miren que yo conozco a uno muy bueno, aca en la costa de Quilmes. Al Pai Pedrinho? pregunto Pedroza. Si a ese. Ya lo fuimos a ver. Ah, que cagada. El Pai Pedrinho y otro que le decimos Junior Bahiano, como aquel cinco de brasil se acuerda? Estos dos nos dijeron que tenemos que encontrar a los hijos o a los nietos, hijos creemos que no tiene pero el linyera que vive en la casa dijo que le compro a un sobrino de la vieja. Bueno entonces dejelo en mis manos que hoy mismo pongo a mi gente a trabajar en el tema.
La busqueda fue infructuosa, nadie conocia al sobrino ni al nieto de la vieja Eleuteria. Se hizo otra reunion en la comisaria y se decidio usar otros metodos investigativos, en una noche sin luna se secuestro al ocupante del rancho de Eleuteria y cables pelados y baldes de agua fria mediante se pudo saber que el linyera no habia comprado nada sino que se habia metido en la casucha cuando vio durante un tiempo que no habia nadie.
En el interin pasaban las fechas y el Cervecero perdio otro ascenso a manos de un descolorido club de la Capital. La comision estaba en fojas cero. Incluso en el club se la comenzo a conocer como la "comision del Pai Pedrinho".
El escribano Mariello a los gritos decia que como era una deuda de la sra Eleuteria, si esta fallecia, pasaba a sus herederos el credito, y a falta de herederos, al estado, con lo cual propuso depositar el dinero en el Banco Provincia de la peatonal Rivadavia y listo el pollo, solucion que fue abortada una y mil veces por Junior Bahiano y por el Pai Pedrinho, aborto que llevo al escribano a querer cagarlos a trompadas a los dos juntos al mismo tiempo.
Finalmente luego de varios conciliabulos y otra final perdida, los babalorixas aconsejaron hacer el pago ante la tumba. Un consenso al fin, pero tampoco sabian donde estaba enterrada.
Quique propuso ir a ver al abogado, al Sagardoy aquel de las cartas y los llamados por telefono, el podia saber algo o era el unico que conocia a la vieja, si el no sabia nada nadie sabia nada. Como no era un apellido muy comun no tardaron en ubicarlo, el escribano averiguo el domicilio del estudio por intermedio del Colegio de Abogados, y previo llamado telefonico para concertar una cita poniendo al abogado al tanto del tema un martes por la tarde, la comision se presento en pleno en el estudio juridico del letrado, el Orate para los amigos. Ustedes no le pagaron a mi clienta arranco el Orate ni bien le contaron el motivo de la visita. Es que se nos traspapelaron los temas usted entendera, se defendio el escribano. Si, comprendo las pelotas, y comprendo tambien que me mandaron a la mierda varias veces, y comprendo tambien que me van a tener que garpar los honorarios. Bueno, tendriamos que hablarlo, nosotros pretendemos darle un corte definitivo al tema. Digo yo, en cuanto a sus honorarios de cuanto estamos hablando? Treinta lucas. Pero si a tu clienta le debiamos doscientos pesos, atorrante Pedroza lo queria cagar a trompadas al abogado. Si pero hace ocho años se los debian, y ahora pierden hasta con Banfield, no me jodan que son impresentables contraataco el Orate. Bueno, bueno, el escribano tragaba saliva, si usted sabe donde esta la tumba de su clienta nosotros le pagamos sus honorarios. Yo se donde esta la tumba, pero dejenme cerciorarme dijo el Orate sin inmutarse, y en una semana me vienen a ver, pero me dan las treinta lucas y ademas les preparo la cuenta de lo que le tienen que pagar a mi clienta. Pero lo de su clienta no se lo vamos a dar a usted, sino que lo vamos a dejar en la tumba de ella que eso es lo que nos dicen nuestros asesores, aclaro Vidal. Con la plata de mi clienta hagan lo que quieran, a mi me garpan lo mio y yo les doy la ubicacion de la tumba y despues me importa un pito lo demas. A la salida de la reunion los miembros d ela comision de apoyo estaban euforicos. Zafamos escribano, esta vez zafamos de la vieja puta malcogida esa y la maldicion y la concha de la lora, vamos cervecero todavia. Si Pedroza pero usted la verdad nos hubiera avisado en aquella oportunidad mire la de quilombos que nos hubieramos ahorrado. Y yo que mierda iba a saber, hace como ocho o nueve años, yo que sabia escribano, que mierda me iba a imaginar toda esta cagada, usted tendria que haberla conocido a la vieja chota aquella.
La comision de apoyo se reunio en secreto con la comision directiva y se aprobo el pago para levantar el trabajo, el Orate, hombre de recursos indico una tumba desonocida en el cementerio de Ezpeleta, y el numero definitivo de lo que se le debia a doña Eleuteria, cinco mil pesos, mas los honorarios.
El pago se hizo en dos partes, al abogado le dieron el dinero en el estudio, a cambio de la ubicacion de la tumba, que estaba escrita en un papelito de un delivery de pizzeria, Cementerio Ezpeleta, calle 3 parcela 26, tierra.
Es una tumba simple , con tierra apisonada y una cruz de madera sin nombre, es que la pobrecita murio en la mas espantosa de las miserias, ustedes tienen algo que ver, dijo el Orate con tono malicioso. No faltaba mas doctor, dijo Vidal acomodandose los Rayban, vamos incluso a rezar por el alma de la buena señora. Cuando van a hacer la ceremonia con los brujos? pregunto el Orate, por simple curiosidad, digo, capaz que me acerco a verla. Ni se le ocurra amigo, lo atajo el escribano Mariello, la vamos a hacer el viernes a las dos de la tarde, que va a llover, no queremos que nos vea nadie, a esa hora y si es cierto que va a llover, estimamos que no va a haber nadie en el cementerio es que vio? Uno tiene una trayectoria, tenga en cuenta que es una ceremonia pagana. Una herejia abono Vidal, una pelotudez sentencio Pedroza.
El viernes a las dos de la tarde, en medio de la ventisca que se habia levantado, dos autos se adelantaron por la entrada pricipal del cementerio, pasaron delante de la capilla de recepcion y se internaron por la calle numero tres, los coches frenaron y dos hombres con largas tunicas blancas y collares de flores y cadenas doradas con una vasija cada uno en sus manos conteniendo algun liquido repugnante fueron los que bajaron primero de los autos y se dirigieron hacia la tumba sin nombre que se encontraba en la parcela numero veintiseis seguidos de dos ayudantes que traian tambien tunicas blancas pero sin collar alguno y que llevaban en sus manos alguna que otra cosa, dos botellas de casacha y una imagen de San Jorge de considerables proporciones. Del segundo auto bajaron protegidos con impermeables negros y paraguas los integrantes de la comision de apoyo del cervecero, con el escribano Mariello a la cabeza, seguido de Vidal, Pedroza y Quique, este ultimo con un paraguas chino con dos alambres menos y mocasines ya embarrados. La lluvia oblicua cortaba la vista de los sauces de la otra calle, varios claveles sueltos en miseros floreros, algunos naturales y marchitos, otros de plastico se esparcian alrededor de las cruces. Los ayudantes de los sacerdotes se adelantaron y se colocaron uno a la derecha y otro a la izquierda de la parcela veintiseis que lucia una cruz pelada y una tierra de la que salian solo malezas y ninguna flor. El Pai Pedrinho y el Ogun Pedro Marques de Avendaño - Junior Bahiano para los conocidos, se pusieron a bailar y tomar casasha y a rociar con un unguento la figura de San Jorge y la cruz de madera, despues pusieron arriba del unguento un pure de avena y unas plumas de pollo, se arrodillaron ante San Jorge y hacian que rezaban, terminada la primera botella de aguardiente, comenzaron con la segunda, que no les duro mas de cinco minutos, seguian bailando y dando algun que otro salto, cuando se acabo la segunda botella estaban borrachos como una cuba. Uno de los ayudantes se acerco al escribano y le pido el dinero para doña Eleuteria, el escribano le hizo una seña a Vidal y este le dio un fajo con cinco mil pesos. El auxiliar de Junior Bahiano tomo el dinero y lo deposito medio enterrado en la tierra de la tumba. Siguieron unos dos o tres minutos mas los canticos y de repente los brujos pararon con su danza, se arrodillaron y besaron a San Jorge y a sus ayudantes. Ya totalmente empapados y borrachos fueron conducidos hasta el auto. Primero le exigieron al escribano el pago de los servicios, dos mil pesos para el Pai Pedrinho y dos mil para Junior Bahiano.
Y nosotros que tenemos que hacer ahora? pregunto el escribano, totalmente empapado a uno de los ayudantes, nada, nao facer nada, tudo bom, tudo bom, recibio como respuesta. Mouto obrigado, va con deus, va con deus. La comision de apoyo se subio al segundo auto, y se fue del cementerio.
Desde atras de un platano ubicado a la vera de la calle numero cinco del cementerio y a unos cien metros de la parcela veintiseis, Lujan Sagardoy, el Orate para los intimos, observo la ceremonia, una vez concluida guardo los binoculares en un bolsito de mano, cuando se fueron los autos se subio el cuello del impermeable negro y fue hasta la parcela veintiseis de la calle tres y rebusco en la tierra hasta que dio con el fajo de billetes, lo guardo en el bolsillo derecho del impermeable y salio bajo la lluvia por la misma calle numero tres hasta la entrada del cementerio, luego camino unos cien metros hasta una estacion de servicio Shell donde habia dejado el Renault 21, se quito el impermeable, se batio el pelo mojado y se subio al auto y se perdio en la tarde que veia como la lluvia al haber cesado el viento se convertia en diluvio encharcando mas aun el gastado asfalto de la Avenida Mitre.
El cervecero luego de perder con el Milrayitas la primera final de aquel año, volvio a perder el torneo reducido, esta vez nuevamente frente al Taladro por el segundo ascenso, quedando una ultima opcion, otra vez con el Pirata cordobes, que lo volvio a derrotar. El escribano Mariello desaparecio del club, Vidal se dedico a hacer edificios, Pedroza sigue manejando el interno 43 del la linea 178 y Quique es representante de jugadores.
Esa misma tarde en que el Pirata cordobes volvia a pisarle la cabeza al Cervecero, en un pobrisimo cementerio de la localidad chaqueña de Tostado, ante una cruz pelada y de madera, dos mujeres de unos cincuenta años, tambien pobrisimas y con la cara del color de la tierra dejaban ante la tumba de Eleuteria Oliveira Andrade una estampita de San Jorge, un poco de avena, una vela roja y unas plumitas de pollo.
Tambien dejaron junto a la cruz pelada una carta de un tal Lujan Sagardoy fechada un mes atras en una ciudad que ellas no conocian y que se llamaba Lanus, en la que les comunicaba a las hijas de Eleuteria que habia podido cobrar el dinero que el club cervecero le debia a su madre, los doscientos pesos, y otros trescientos como intereses.
El Cervecero subio finalmente a primera al cumplirse doce años de aquella infausta tarde en que Pedroza no quiso llevar a conocer el Monumento a la Bandera a doña Eleuteria, aquella viejita vestida de negro que convencia a los cancheros del Nacional B de que la dejasen entrar a ver el pastito de la cancha, al solcito, un ratito nomas.