Era un Jueves, habia paro general, pero nosotros trabajabamos igual, serian las seis de la tarde. Pero ese dia ademas de haber paro llovia bastante y habia caido ya a esa hora un diluvio y para colmo desde el mediodia habia corte de avenidas y puentes por el paro, asi que en el estudio no habia nadie, no esperabamos tampoco que viniese alguien, fin de mes para colmo, ni gente ni plata. Yo escribia en la computadora sacandome varias cosas de encima. Senti el timbre de la entrada, un timbrazo largo, mi secretaria pregunto quien era y se escucho desde mi escritorio a doce metros de la puerta de entrada una voz potente, que parecia la de alguien enojado. Vengo aver al abogado. Lorena le dijo espere un minuto y vino a mi despacho. Quien es le pregunte. Barascio o algo asi, dice que quiere hablar con el abogado ¿Vos lo conoces? No me suena ¿Esta cabrero? Me parece que no, habla fuerte nada mas. Hacelo pasar.
Lo hace pasar, y el hombre este, Barascio entra al escritorio, al despacho. Venia mojado "claro la lluvia" pense. Era un hombre grandote, flaco con el pelo que habia sido rubio en una epoca ahora ya casi todo blanco con ojos celestes profundos y muy abiertos, bordeando los setenta, deduje y con la ropa mojada. Pero habia algo que llamaba mi atencion y no era su atuendo sino lo que traia este hombre, que era una heladerita de telgopor forrada con un hule con florcitas estampadas, cerrada y con las dos manijas de correa de plastico, esto en una mano, y en la otra traia una pizza en una caja de pizza para llevar totalmente empapada la caja, y supuse yo tambien, empapada y fria la pizza de adentro.
Buenas tardes le dije. Buenas tardes me contesto con vos fuerte, lo que me indico que no estaba enojado sino que este hombre hablaba fuerte como decia Lorena. Vengo por que me estafaron. Cuenteme le dije. ¿Quien lo estafo? Se sento en la silla enfrente mio. Me estafaron los del credito este, los del credito del auto. Me sacaron ciento ochenta pesos, dos cuotas de noventa pesos me sacaron, y me mostro un contrato de ahorro previo y capitalizacion en el cual el hombre habia pagado solo las dos primeras cuotas. Mire el contrato y mire los talones que habia pagado, era una empresa que pagaba, que estaba en pie, no habia signos de ninguna estafa. Usted que quiere hacer, le pregunte. Yo quiero que me devuelvan mi guita, esto dura como cinco años y dentro de cinco años yo no se si voy a estar vivo, asi que quiero salirme de esto, quiero que me devuelvan mi guita, me cobraron cuarenta pesos para suscribirme y pague dos cuotas de noventa pesos, pero quiero que me devuelvan mi guita. Si le dije, pero usted firmo este contrato que es un contrato normal de capitalizacion. Si reclama realmente no va a cobrar nada, tiene que esperar los sesenta meses y despues le devuelven el dinero con intereses. Pero dentro de cinco años yo no se si voy a estar vivo, repitio. Miro para el piso, despues me miro de nuevo. Digame: ¿No hay una forma de apretarlos a estos hijos de puta para que me devuelvan la guita ahora? Yo soy jubilado, gano la minima. No puedo pagar noventa pesos por mes, yo la guita que gano me la gasto en los burros, aca pongo plata y no gano nada, con los burros es mas facil y mas divertido. Si, algo se puede hacer, no muy habitual, pero mire, a mi me parece que la unica que hay es que usted vaya y les diga que si no le devuelven la plata va a ir con su abogado a la television mostrando el recibo de la jubilacion minima y el contrato a decir que lo engañaron. En la television le pueden dar bola, y realmente a ellos por ciento ochenta pesos no les conviene tener una mala publicidad. Eso, y tambien les puedo decir que si no me devuelven la guita les rompo todos los vidrios, les tiro la bicicleta y les hago mierda todos los vidrios. Si pero tenga cuidado, vaya de noche entonces, que si hace eso de la bicicleta y lo agarran lo van a meter preso y despues va a ser peor. Si si claro, tiene razon, dijo. ¿Sabe que pasa? Que la chica que me atendio no me tomo en serio. Porque le conte lo que me paso hace un tiempo, que vi a los extraterrestres, en Brandsen. Ah, le dije mientras le miraba la pizza mojada y la heladerita. Claro, vi a los extraterrestres, en el medio de la ruta. Bueno en realidad no en el medio de la ruta, en realidad al costado de la ruta, y me fui a buscar unos largavistas a lo de mi primo, y despues cuando volvi ya no los vi mas, se empezo a entusiasmar con el relato. ¿Sabe como eran? No, le conteste maldiciendo tener al loco este cuanto tenia trabajo pendiente, pero resignandome a escucharlo, despues de todo la tarde estaba realmente aburrida. Eran feos, grandotes, como ese que esta en la pelicula, ese que tiene la cara grandota y es medio pelado. Como se llama, espere que me acuerdo, lo tengo en la punta de la lengua, ah si, ahora me acuerdo, Schuazenegger, me acorde, ese. Si si, Schuazenegger, le di piola. Bueno, pero en realidad no eran como Schuazenegger, siguio, eran como medio transparentes, como fantasmas, que uno les pasa la mano por el medio del cuerpo y no los toca. ¿Vio? Y venian en ese plato volador, que era grande como una cancha de futbol, pero en forma de triangulo. Pero como le decia, no me creyeron. ¿Sabe que es lo mas raro? En el lugar donde vi el plato volador y a los marcianos estos, habia mas gente, habia gente que vivia cerca, y todos me dijeron despues que no vieron nada y lo peor es que esa vez estuvieron ahi con el plato volador como dos horas. Y, arriesgue, puede ser que hayan estado ahi con el plato volador, pero que les de verguenza decirlo. Si debe ser eso, reconocio mirando nuevamente para abajo, porque no es facil decir que uno vio un plato volador con un marciano arriba, nadie se quiere comprometer, la gente tiene miedo que la tomen por loca. Que le va a hacer, dije. Y la otra vez que tambien los vi, retomo Barascio, tampoco me creyeron, ni mi mama que en paz descanse, me creyo. Y tampoco me creyo la chica esa que me presento mi mama y mi tia, hace unos años, cuando todavia mi mama vivia. "Te tenes que casar" me decia mi mama, "Yo no voy a estar todo el tiempo para cuidarte". Y una vuelta vinimos a la casa de mi prima, en Avellaneda, y estaba la vecina de mi prima. Y mi vieja que me mando a bañarme para presentarmela. Me presento "Juliana, aca esta Fernando, Fernando, esta es Juliana". ¿Pero sabe que paso? Esta mina, Juliana, estaba medio gorda, y tenia no se que cosa con la iglesia, que me dijo que siempre estaba metida en la iglesia y que iba todos los dias y eso a mi no me gustaba. "A la iglesia yo voy una vez cada dos meses le dije a la chica esta, y si queres ir ahora vamos en mi moto", porque yo en aquel entonces tenia una Gilera. Y la chica esta no quiso saber nada y entonces me segui quedando con mi vieja. Y despues mi vieja se enfermo en los huesos por la humedad, un problema de los huesos y yo agarre y le compre un lavarropas usado en Once, porque lavaba la ropa a mano y se mojaba las manos y los brazos y ya estaba bastante viejita y eso le hacia mal. Uno automatico, le pregunte. No, uno de esos redondos que dan vuelta, pero no se mejoro mas. El medico vino a verla y me dijo que habia mucha humedad en la casa y yo empece a poner estufas por todos lados para secar la humedad, y mi vieja entonces se enfermo de los pulmones, o sea de los huesos mas de los pulmones, y despues de eso, un año o dos mas o menos se murio, la pobre. Y a esto venia el tema, me dijo mientras se pasaba la mano por el pelo todavia mojado, hicimos la sucesion, que nos salio como mil pesos, que le dimos al abogado. Ah, pense, la sucesion se la llevas a otro, pero cuando hay que aguantarte la locura me venis a ver a mi. Y a usted cuanto le toco de la sucesion, le pregunte. Y, a mi me tocaron como cuatro mil quinientos pesos, siguio contando, y a mi hermana tambien, otro tanto. Y con eso pense en ponerla a mi mama en un nicho, y despues me quedo plata, y me la jugue a los burros, y a veces gano, es que siempre me gustaron los burros, la otra vez sin ir mas lejos me gane como setecientos pesos, hara cosa de dos meses. Pero mire que bien. Y si, algo manyo del tema se dibujo una sonrisa en el rostro de Barascio, y un amigo me dijo que si tenia algo de plata la podia poner en este tema, en el plan este que si uno sale sorteado se lleva un auto, y no paga mas, y ahi meti la gamba porque lo que no me dijo mi amigo y estos guachos tampoco es que ganar es bastante jodido, y que la guita me la devuelven pero despues de cinco años. Para timbearla, digo yo, me timbeo la plata en los burros, que entiendo bastante y es mas emocionante, no me lo va a comparar, pero poner la guita en esto del plan de ahorro es la verdad una cagada. Estos turros me cagaron, asi que yo los voy a cagar a ellos, o me garpan o les rompo todo y voy a la television. Menos mal que lo vine a ver, no sabia que hacer, hoy me vine desde Guillon. ¿Se vino desde Luis Guillon hasta Lanus justo hoy que hay paro? ¿Encimma lloviendo? Pregunte sorprendido. Si, pero vine a visitar a unos familiares. Pero no me recibieron, asi que despues agarre y me compre una pizza. Que se le mojo toda, le dije. Que se me mojo toda, como usted bien dice, pero no importa, porque cuando a la noche llegue a casa ya va a estar seca y me la voy a comer despues en mi casa, con los perros, porque vivo solo, yo y los dos perros, que dicen que son el mejor amigo del hombre, que los dos bichos estos no hay comida que les alcance. El otro dia sin ir mas lejos les compre un pollo con ensalada rusa y papas fritas, veinte pesos me salio. ¿Que le parece? Barato. Claro, es lo que digo yo, es barato, y se levanta de la silla y yo me levanto tambien de mi sillon. Me voy a tener que ir yendo, mis familiares no me recibieron, que se jodan, yo les traia un regalo, y me señalo la heladerita. ¿Que tiene ahi adentro? pregunte. ¿Aca? El regalo, espere que se lo muestro, y empezo a abrir la heladerita, abrio los dos cierres con cremallera de la heladerita, y saco lo que habia en el fondo, bien abajo, porque primero parecia que estaba vacia, un libro de Blancanieves y los Siete Enanitos envuelto en una bolsita de nylon. Es lindo ¿No?, me pregunto mientras sonreia. Si que es lindo, le conteste, pero le voy a dar una idea: ¿Porque no pone tambien adentro de la heladerita la pizza? Que sino ahora que salga afuera se le va a seguir mojando toda. Total en la heladera tiene bastante lugar. ¿Le parece? ¿No se va a manchar el libro? No hombre, si el libro esta envuelto en una bolsa, y la pizza esta en una caja de carton. Tiene razon, tiene razon, no me habia dado cuenta, y puso la caja de carton mojado con la pizza fria adentro en forma vertical, y el libro al lado, dentro de la bolsita de nylon. Claro, si aqui habia lugar de sobra, aparte asi tengo la otra mano libre. Bueno, lo acompaño hasta la salida, le dije. Gracias doctor, asi que voy y les digo que o me devuelven mi guita o vamos a la television a hacer la denuncia, que vamos a decir que estafaron a un pobre jubilado como yo. Ya estaba parado y con la heladerita agarrada de las dos manijas de plastico y con la cremallera cerrada. No tendria una tarjeta personal de esas que tienen el nombre con la balancita de la justicia, digo para demostrarles que es verdad que voy a ir con un abogado a la television a tirarles mierda. Si, como no, aca tiene una, le doy una tarjeta personal. Bueno, gracias, saco el documento de identidad y metio la tarjetita entre dos paginas del medio, y despues metio el documento en el bolsillo interior de la campera. Escucheme, le dije entonces ya en la puerta del estudio, usted pidale a esta gente los ciento ochenta pesos, pero si le dan digamos noventa o cien, agarre viaje, porque es importante que usted se acuerde que segun la ley no tiene derecho a esa plata hasta que hayan pasado los sesenta meses. ¿Se va a acordar? Si, pero igual le digo, si me dan cien no agarro, la verdad que no agarro. ¿Con cuanto agarra? Con ciento veinte, porque sino me siguen cagando. Bueno, agarre con ciento veinte entonces, nos dimos la mano. Que le vaya bien, y suerte. Chau tordo, y gracias.
Y ahi se fue Barascio, todo mojado con la heladerita de telgopor con la pizza y el libro de Blancanieves, dispuesto a romper los vidrios y hacer la denuncia en la television si no le devolvian los ciento veinte pesos, que quiza se los hayan dado, porque nunca volvio al estudio. Como iba a arreglarselas para llegar a Luis Guillon con el paro del transporte de ese dia, era un misterio.
Afuera mientras tanto, seguia lloviendo, ahora mucho mas despacio.
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