Alejandro, un amigo del club, tiene un predio en un camping de chascomus y el finde largo era la ocasión para juntarnos allá, comer un asado y pasar el día
Combinamos Valerio, Franco ( hno de Valerio ) Gaby ( la pareja de Franco) Cristina ( la madre de Valerio y de Franco ), mi hijo desistió la invitación porque tenía que estudiar
Franco viene con la lancha, vamos en dos autos para ir más cómodos, carne hay como siete kios. Es muchisimo. No, si Alejandro está con su pareja y los chicos somos como diez. Tiene kayak así que no tenemos que llevar el tuyo Charlie.
Sábado a dormir temprano y a las seis me levanto me pego una ducha caliente ( una de las dos diarias ) separó tres tintos de buena factura, shorcito, toalla y las crocs y a las 6:30 clavadas el tano en la puerta firne como rulo de estatua
Agarramos Alsina y luego Pavón hacia el sur, mucha gente de Lomas tiene la costumbre de agarrar por Pavón hasta la ruta 6 y empalmar la ruta 2 en el cruce Etcheverry. Los Ariniello son de Lomas y esa costumbre esta arraigada
Tu vieja ? Viene con Franco y Gaby, traen la lancha y el asado. Nos cruzamos llamados para ver por donde andaban, ellos agarraron por Ranchos, nosotros la 6 y luego la 2.
Nueve menos cuarto estabamos en Chascomus y encontramos el camping, la cabaña de Alejandro cerrada. Todos durniendo. Nos vamos al pueblo y compramos pan queso y salamines, llama Gaby. Estamos en la puerta del camping. Ya llegamos. Vemos la lancha con el auto en la puerta, entramos primero y al de la entrada le pagamos la estadía de los coches, de todos nosotros y la lancha.
Se lo ve a Alejandro acomodando unos sillones de madera en la entrada de la cabaña, nos ve y se acerca. Bajamos del auto con Valerio, lo saludamos. Franco acomoda el auto con la lancha, bajan Franco y gaby.
Yo los saludo primero y voy al auto a saludar a Cristina. Miro por el vidrio polarizado de atrás del auto y no la veo, uy no habrá querido venir pensé, me vuelvo hacia el grupo y justo Franco empieza a levantar la voz. Como que no está mama con vos ? Esta con vos mama le dice Valerio. Oime tarado la tenías que levantar vos. No yo no, vos. Todos nos miramos
Se ls olvidaron en Lomas ? Este se la olvido. No, se la olvido El.
Silencio, había vientito y el dia estaba barbaro, pero esa brisa decía se fue todo al carajo laconchadelalora.
Franco se va para el auto y empieza a maniobrar, yo la voy a buscar, mama también tiene la carne, Gaby obviamente lo tiene que seguir ( y no los vi más )
Mientras tanto yo me la imaginaba a Cristina desde hacía algo más de dos horas con su botellita de cafe, arregladita y con su cartera sentada en el living mirando hacia la calle Alvear esperando a cualquiera de los dos pelotudos de los hijos, que se ls olvidaron
Franco salió como una exhalación
Valerio también se subió al auto y parecía que se iba
Y yo, laconchadelalora, me quedo ? Porque Alejandro me mira y me dice oime, estos vuelven ?
Y yo que los conozco a los dos estaba entre explicarle a Alejandro que no, que no volvían, y no perderle pisada a Valerio porque si se terminaba de ir me quedaba anclado ahí. No se fue, bajo del auto charlamos un rato vimos la cabaña y el lugar que estaba recontrabuenolaputaquelopario y nos despedimos de Alejandro, que calculo por un rato largo no entendió absolutamente nada de nada
Encaramos con cara de pocos amigos al del camping, que no tuvo otra que devolvernos la guita ( no eran dos pesos ) y nos fuimos
Y salimos a las nueve y media de la mañana, de Chascomus, hacia Lomas, viendo a todo el tráfico de frente que iba llegando para pasar el día, manga de putos.
Comimos en el auto queso pan y salamines, nos fuimos relajando y la llamamos y le dijimos a Cristina que íbamos a ir a un restaurante a almorzar, pasamos por mi casa me pegue otra ducha, y a Lomas, donde la santa esperaba sentada en el sillón, con la botellita de cafe y su carterita y los 7 kilos de carne.
Desde las siete yo los esperaba, nos dijo, me prepare la botellita de cafe y me sente en el living - pagaba dos pesos lo que me habia imaginado en la laguna cuando se había ido todo a la mierda
Valerio se pegó una ducha y nos fuimos los tres a Lo de Doña Maria, en Avellaneda, donde llegamos al mediodía clavado y fuimos la primera mesa ocupada. Nos fuimos cerca de las tres de la tarde, y como siempre que estoy con Cristina y sus 83 pirulos y se rie de todo volví a sentir la bendición de tener sino a mis viejos fusicamente conmigo, disfrutar a los de mis amigos.
Y nada, tortilla, milanga, rabas y tinto, con cubitos el tinto, como debe ser
Y la promesa de uns siesta que le pedí prestada, a la muerte.