BIENVENIDOS

BIENVENIDOS.

DISFRUTEN DE ESTA HUMILDE PAGINA LOS QUE PUEDAN HACERLO, LOS QUE NO, GRACIAS POR HABERSE TOMADO LA MOLESTIA DE HABER ENTRADO
TODOS, LOS QUE PUEDAN Y LOS QUE NO, SEAN FELICES, SEAN LOCOS, DESINHIBIDOS, NO SE REPRIMAN, SEAN AMABLES CON LAS DAMAS
VAYAN SIEMPRE DE CARA AL VIENTO
VIVAN CON EL CORAZON EN LA MANO.
DECIA DON JOSE DE SAN MARTIN: "SEAMOS LIBRES, QUE LO DEMAS NO IMPORTA NADA."

martes, 9 de septiembre de 2014

MARTES A LA NOCHE - RELATO

Se deja ir la mente cada tanto. Hoy es una de esas noches Pensar en nada en particular, un viaje hacia adentro
Se escuchan los ruidos de los demás departamentos, una puerta que se abre, un chirrido, el golpe del ascensor.
Revólver la heladera y sacar algo. Primero un vaso de leche, que rica que es la leche fría, son esas cosas que conectan con la infancia.
Algunas cosas tiene la soledad y es conocerse una de ellas, reconocerse, mejor dicho. El chasis , las chapas. Si la mirada sigue  firme. Sigue, vamos todavía, hubo tiempos en que no estaba así.
Reconocimientos que al final nos devuelven a la soledad, siempre lo mismo, la soledad nomás, esquivada por naturaleza y por instinto, y otras veces que llega indolente, con el paso de la horas y ya, y hasta quizá sirve para aquello.
Tomar un libro y leer algo
Una comida liviana,  restos.
Me impresiona a veces la prolijidad que voy alcanzando en el departamento, todo va estando en su lugar.
Miro un poco de televisión
Que estarán haciendo ahora, en este preciso instante mis hijos ?
Charly volviendo de la facultad. Carolina como siempre después de las diez en su cama en su pieza  color rosa. Vivir sin los hijos es la otra cara de parir con dolor, se me ocurre. Fue lo más duro de la separación, hace unos años. Igualmente ya están grandes y el trato cambia aunque como me decía mi viejo te quedas tranquilo únicamente cuando sabes que están acostados en su casa.
Marcar un número,  desear  buenas noches.
Es increíble lo volátil y lo incierto que parecen a veces las cosas, eso es la vida, siempre digo, pero a veces se siente un poco más literal esa volatilidad que ora abre la cabeza y ora destempla el ánimo.
Acomodar un poco la ropa, no lavo los platos y el vaso ni los cubiertos, en mi departamento los platos se lavan a lo macho, que es decir cada dos o tres días.
Y buscar el cuarto de Rivotril para dormir más de seis horas. Cuesta partir en cuatro una pastillita tan chiquita
Hasta en eso las mujeres se las ingenian mejor. Toman una de 25 o de 50, el ganso que me receto las mías me receto de 2 mg y tengo que hacerlas casi polvo, tengo en el cajoncito un montón de pedacitos y junto algunos mínimos y armo un cuarto, y luego de la cena, liviana, me tomo el cuarto de pastillita con un vaso de te verde frío.
Fue un día largo de esos que a uno no le quedan energías, pienso que me voy a dormir rápido.
Viendo la tele en el living se me durmieron las piernas y moverlas después costó ese hormigueo de la sangre que vuelve a circular de a poco, y ahí poder pararse.
Todo parece estar listo para acostarse, bajar las persianas, apagar las luces y al baño. Cerciorarse que la mirada sigue estando,  que los brazos siguen estando, y acostarse finalmente, esperando que esa pastillita haga efecto, mañana va a ser más largo que hoy.
Falta mucho para el viernes, recién es martes a la noche.
Ya empieza a venir el sueño.

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