La charla es en la barra del bar, los dos estan sentados en una punta, sobre dos taburetes. German va dando cuenta de un vodka, Claudia de un wisky con soda. Son las diez de la noche.
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-No sabia que vos tambien escribias.
-Claro que escribo - dice Claudia - No hay que tener coronita para sentarse frente a un papel y poner algo.
-No, obvio que no, disculpame.
-Quedate tranquilo, no sos el primero que se sorprende - le acaricia el antebrazo - German le da un beso.
-Bueno, ahora quiero que me cuentes algo de lo que hayas escrito.
-Nose, me da verguenza - Claudia agacha la cabeza y se pone un poquito colorada.
-No seas boba, contame algo, que ahora tengo curiosidad.
-Bueno, te voy a contar lo ultimo que escribi, pero prometeme que no te vas a reir.
-Te lo juro - German se hace la señal de la cruz sobre la boca con su dedo indice.
-Bueno, es una historia, una especie de historia cortita - Claudia se acomoda sobre el taburete.
-Una historia -repite German - contamela, dale.
-Una historia de una isla, y del amor.
-Escucho - German se acerca, quedan enfrentados y la rodilla de German avanza un poco entre los muslos de Claudia, se van acomodando hasta tener trabadas las piernas.
-Es la historia de una isla - Claudia comienza el relato - La Isla de los Sentimientos, una isla que un buen dia se empezo a hundir. Se empezo a hundir de a poquito, pero se hundia cada dia mas y los sentimientos, que eran los habitantes de la isla, se prepararon para hacerse a la mar. La isla se seguio hundiendo hasta que llego un momento en que la isla termino de hundirse, y entonces todos los sentimientos salieron cada uno en su bote, todos menos el Amor, que como siempre andaba enamorado y con pajaritos en la cabeza y se olvido de fabricar su bote y asi se quedo sin nada y cuando el agua tapo la parte mas alta de la unica montaña que habia en la isla el Amor, que no tenia ni bote ni balsa ni tabla, se puso a nadar.
Estuvo mucho tiempo nadando, y comenzo a cansarse, vio un bote y fue nadando hasta alli, era el bote de la Vanidad, pero la Vanidad no lo dejo subir, en realidad como era muy Vanidosa ni lo vio al Amor, o si lo vio le parecio muy poca cosa. El amor siguio nadando, y llego hasta el bote de la Avaricia, el Amor le pidio que le haga un lugar en el bote. Pero la Avaricia le dijo que si lo dejaba subir iba a tener menos lugar para ella misma, asi que lo rechazo al Amor. El Amor entonces siguio nadando, y llego asi hasta el bote de la Alegria, pero como la Alegria estaba festejando creyo que el Amor en realidad se habia tirado al agua para refrescarse, ademas no pudo escucharlo porque en el bote de la Alegria habia una musica muy fuerte. Asi que el Amor se quedo en el agua, cada vez con menos fuerzas. Luego siguio nadando hasta el bote de la Tristeza, pero era un bote que hacia agua por todos lados, y la tristeza no quizo compartir el bote porque queria estar sola, y triste. A unos cien metros de este bote, habia otro, el de la Revancha, que tampoco dejo subir al Amor cuando este llego casi sin fuerzas nadando, por una vieja rencilla que habia tenido con el Amor hacia muchos años. Asi siguio el Amor, cada vez con menos fuerzas, nadando hasta el bote del Odio, quien golpeo al Amor con el remo del bote, hasta que el Amor se quedo sin ninguna reserva de fuerzas, y se desmayo, y se empezo a hundir en el mar.
Desperto en una playa, sobre una arena blanca y a la sombra de una palmera, con las fuerzas recuperadas, mientras dos personas lo miraban y le traian comida y bebida. El amor les dio las gracias y les pregunto quienes eran, dado que no se acordaba de ellos y los demas sentimientos no lo habian querido ayudar en medio del mar. Los desconocidos se presentaron como el Tiempo y la Perseverancia.
Porque solo el Tiempo y la Perseverancia pueden salvar a un gran Amor.
-Muy buena - German deja escapar unos aplausos que llaman la atencion de los demas clientes del bar. Claudia se vuele a poner colorada y vuelve a agachar la cabeza, despues toma un gran sorbo de wisky con soda.
-Parece que te gusto
-No me gusto, me encanto.
-Si, a veces cuando estoy sola en casa, tranquila, me pongo a escribir poesias y cosas como esta. Todas cosas que tienen que ver con la gente, con el amor, con los sentimientos, y me hace bien, creo que me ayuda en mi trabajo, en mi vida, en mi trato con la gente, bah, en realidad creo que me ayuda en todo.
-Evidentemente dejar volar tu vena, digamos literaria, te ayuda a ser mas completa. Debe ser como un cable a tierra. Vos no me lo vas a creer pero varias veces me sente a escribir algo frente a una hoja en blanco pero nunca se me ocurrio nada, y termine haciendo un bollo el papel y mirando la tele o leyendo cualquier cosa o en la cama escuchando la radio. No todas las personas pueden hacer lo que haces vos.
-Bueno, muchas gracias - dice Claudia volviendo a ponerse colorada.
Los dos permanecen en silencio unos segundos, mientras se terminan el vodka y el wisky con soda.
-Bueno German - Claudia le vuelve a acariciar el vello del antebrazo y le aprieta la rodilla con ambos muslos y lo mira a los ojos - que pensas hacer, decime.
- Y depende - responde German -Tengo poca guita Clau.
-Bueno, hagamos una cosa, vamos al telo y te cobro cien pesos nada mas, el telo son ochenta, y me pagas este wisky rasposo que sale quince pesos.
-Listo
German llama al barman, le paga el Vodka que habia consumido el y el wisky de Claudia. Ambos descienden del taburete, Claudia se acomoda y se baja un poco la minifalda. Se abrazan y van los dos hacia la puerta del local, hacia la calle. El barman toma los dos vasos y asomandose y estirando un poco la cabeza hacia afuera de la barra, ve como German le toca el culo a Claudia cuando esta cruza la puerta.